Newell’s - San Lorenzo, por la Liga Profesional: una noche que tuvo casi todo (menos fútbol): VAR, cambios en los fallos, protestas y hasta un apagón

Sin audacia, con escasas ideas, el empate resultó el marcador más justo para el flojo partido que protagonizaron Newell’s y San Lorenzo, en Rosario. Los tres puntos hubieran sido un premio exagerado para ambos. Desprolijo, impreciso, no hubo nada que pudiera maquillar un 0-0 que rápidamente pasará al olvido en esta Liga Profesional.

Insua, en este inicio, se las arregla como puede. Por un lado, porque todavía no cuenta con ningún refuerzo. Además, sufre con las lesiones de algunas piezas importantes -Cristian Zapata, desgarrado, por caso- y por un malestar con Nicolás Fernández Mercau en una de las prácticas de la semana. Desde el club cuentan que el defensor arrastraría una molestia muscular. Lo cierto es que el DT decidió no contar con el zurdo para el cruce ante los rosarinos. Finalmente, el entrenador ya no tiene en el plantel a Nicolás “Uvita” Fernández.

En una operación con varias contramarchas, el delantero se fue a Defensa y Justicia. En 2020, el Ciclón acordó el 50% de la ficha del atacante por un valor de 2.000.000 de dólares. Pero nunca pagó ese monto total y todavía mantenía una deuda de 750.000 dólares con el “Halcón”. Ahora, la operación regreso a Florencio Varela se concretó en 1.100.000 dólares. Tras esto, el club de Boedo usará el saldo favorable para abonarle a Tijuana, de México, otra deuda que tenía por Diego “Torito” Rodríguez. Así de intrincado es el día a día de los azulgranas.

Con este panorama, dentro de un plantel corto y conformado por varios chicos, se destaca que del equipo que Insua paró ante Newell’s hubo seis futbolistas que se formaron en las inferiores: Federico Gattoni, Gastón Hernández, Jeremías James, Tomás Silva, Agustín Martegani y Francisco Perruzzi, quien debutó como titular.

El VAR, protagonista

Rápidamente, ambos mostraron sus cartas. Newell’s, que había comenzado el torneo con un sólido triunfo frente a Banfield, luchó para imponer su manejo ante la marca azulgrana, que en un puñado de oportunidades perdió las espaldas. No fue una buena noticia la rápida lesión de Pablo Pérez en esa búsqueda por dominar el mediocampo. San Lorenzo, replegado atrás, le dejó el balón a su rival. Cuando pudo, apostó por alguna pelota larga para incomodar a los defensores locales.

A los de Boedo les faltó claridad y buen manejo de la pelota, elementos que suelen ser esenciales para que un equipo no se desluzca. Recién a los 20 arrimó algo de peligro tras un centro de Martegani que James no llegó a conectar a pesar de la estirada en el segundo palo. Dentro de los primeros 30 minutos, el Ciclón no tuvo a favor ningún tiro al arco. Se mostró voluntarioso y ordenado en defensa, pero falto de ideas en la zona de peligro.

En un primer tiempo de vuelo bajo, de tono opaco, Newell’s tuvo más la pelota, aunque eso no significó que incomodara a Sebastián Torrico. Apenas alguna corrida de Ramiro Sordo levantó a los hinchas locales. Muy aislado, empero, para hacer méritos que lo llevaran a la ventaja. Los dirigidos por Javier Sanguinetti también se marcharon al descanso sin disparos al arco. Todo demasiado discreto.

En el arranque de la segunda etapa ambos no lograron hacerse de la pelota, que siguió deambulando sin ton ni son. Newell’s intentó con tres delanteros, pero les faltó profundidad para crear situaciones favorables.  El encuentro se volvió friccionado y la expulsión de Cristian Lema condicionó a los locales. Y San Lorenzo a través del contraataque, como única herramienta para acercarse al arco rival, buscó jugar el partido sin mayores riesgos. Antes de eso, la otra acción que había sido revisada por Trucco fue el penal que había cobrado por una supuesta falta de Gattoni a Francisco González. En primera instancia sancionó la pena máxima y le mostró la roja al defensor por último recurso, pero luego de ser llamado por el VAR y ver el monitor, modificó el fallo, entendió correctamente que no hubo infracción, y el Ciclón siguió con once.

Lo mejor del partido

Transcurrieron los minutos y ninguno de los dos equipos se hizo dueño del encuentro para quebrar esa paridad. Durante un largo rato apenas se vio un conjunto de voluntades dispersas sobre el campo. Ni siquiera Néstor Ortigoza logró generar algo desde la mitad de la cancha. Cerca del cierre, tras el apagón de una de las torres (el encuentro estuvo cinco minutos demorado) Genaro Rossi reventó el palo izquierdo de Torrico. Dentro de noventa minutos, en un empate justo, es poco.

En la previa, miles de hinchas se ilusionaron y cantaron, entonados también ante la gran posibilidad de que la figura de Lionel Messi se diera una vuelta por el estadio Marcelo Bielsa. Pero la aparición del astro, que está en Rosario de vacaciones con su familia, nunca sucedió. La presencia del N° 10 de la selección argentina, claro, le hubiera dado otro color a la noche.

Fue, al fin de cuentas, una producción acorde a lo que ambos hicieron durante todo el encuentro, sin que les sobrara nada. Y si se habla de justicia es sólo porque nadie mereció ganar..