Neymar brilla, Kylian Mbappé se luce y Lionel Messi disfruta en un PSG intratable que venció 7 a 1 a Lille, por la Liga de Francia

Una lluvia de goles. Eso es lo que fabricó PSG con su 7 a 1 ante Lille, en un partido en el que entre Kylian Mbappé (3), Neymar (2) y Lionel Messi (1) marcaron seis tantos. Si bien sería ridículo minimizar el poder de fuego del francés y la calidad interminable del rosarino, el nivel del crack brasileño es superlativo. Arrancó la temporada en modo intratable, y eso lo disfruta el equipo y lo padecen los rivales.

En las tres primeras fechas, Ney anotó cinco goles y lidera la tabla de artilleros. Lo sigue Mbappé, con cuatro. Con un plus para el número 10: además de sus tantos, metió tres asistencias: una al marroquí Akim Hakimi y dos a Kylián.

A tres meses del Mundial de Qatar, el brasileño está muy enfocado. En cuatro partidos oficiales (contando el Trofeo de Campeones) suma 7 goles y 6 asistencias.

Esa sociedad perfecta entre el francés y el paulista dentro del campo, también sirvió para ponerle un freno a esa bola de nieve que se viene generando desde la pretemporada, acerca de una supuesta mala relación entre ambos.

Primero fue un desaire de Ney al galo en un trabajo asociado en duplas en el que el primero eligió hacerlo con su amigo Messi. Más tarde, se dio un fastidio de Mbappé en pleno juego, cuando el rosarino eligió cederle la pelota al brasileño y no a él, que dejó de participar de la acción. Y el runrún fue creciendo.

Evidentemente, algo habrán hablado durante la semana. Y es allí en donde florece lo que alguna vez ponderó Carlos Bianchi en relación al Boca multicampeón, donde los egos pudieron haber complicado: “No es necesario tener grandes jugadores. Lo importante es tener buenos jugadores, pero inteligentes. Sin son inteligentes se pueden lograr grandes cosas. Si se tienen grandes jugadores que no son inteligentes, no va a lograr cosas”.

Descartado su nivel extraordinario, Mbappé, Neymar y Messi demostraron ser inteligentes, y en la relación de ambos se ve el trabajo de Christophe Galtier, el técnico que llevó justamente a Lille al título hace dos temporadas.

Aunque cueste explicarlo, el primer tiempo ante Lille terminó 4 a 0, pero fue muy parejo. Pero el rápido gol (a los 8 segundos, el segundo más rápido de la historia de la Ligue 1) y las individualidades inclinaron la balanza. Porque en esa etapa PSG pateó cuatro veces al arco y todas terminaron en el fondo de la red. En cambio, los cuatro remates del equipo local hicieron lucir a Gianluigi Donnarumma.

El tanto de Messi fue mediante un toque suave de derecha, casi de billar, luego de un centro rasante de Mendes desde la izquierda. Literalmente fue un pase a la red.

Luego de que Jonathan Mamba anotase el tanto del honor para los locales, Neymar marcó el quinto (Mbappé hizo un gran amago para dejar pasar la pelota por entre sus piernas para que el brasileño defina sin obstáculos) y el francés terminó de edificar su hat trick.

Pero lo más auspicioso para el conjunto parisino es que al tridente estelar se lo ve muy lejos de aquellas supuestas malas relaciones entre sí y a la poca complicidad dentro del campo de juego. En la actualidad se observa un juego automatizado que no solo les permite lucirse, sino que mejora al resto.

Además, esa conexión vinculada al juego también existe en cada celebración de gol: sonrisas, abrazos y felicitaciones de unos a otros, lo que también contribuye a aliviar el clima y acalla rumores. “Es una gran satisfacción verlos felices en el terreno de juego, jugando todos para todos. Evidentemente hay talento y cuando el talento se asocia, hace que los partidos sean muy agradables de ver”, felicitó Galtier.

El comienzo de temporada es aplastante para PSG. En tres partidos marcó ¡17 goles! (5-0 al Clermont y 5-2 al Montpellier antes del 7-1 de ayer al Lille), y sus megaestrellas se lucen, con goles propios y asistencias: van 5 de Neymar, 4 de Mbappé y 3 de Messi.

Con esta victoria, el PSG suma 9 puntos en tres partidos y es el cómodo líder de la Ligue 1, con dos de ventaja sobre Lens y Marsella y tres por encima del Lyon, que tiene un partido aplazado.

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