Guillermo Barros Schelotto debutó en Palermo con una goleada, pero ingresó al banco como dirigente y no pudo dar ni una indicación

PALERMO.- Guillermo Barros Schelotto llegó a Italia para comprobar un dicho popular: técnico que debuta gana. En su primer partido como entrenador de Palermo, el Mellizo cosechó una cómoda e importante victoria 4-1 ante Udinese, por la fecha 21 de la Serie A del Calcio. Sin embargo, la alegría no fue completa: no pudo dar indicaciones ya que ingresó al banco de suplentes como "dirigente acompañante" y no como DT.

Solo, sin su hermano y asistente Gustavo, Guillermo ingresó al estadio Renzo Barbera vestido de traje, con dos escudos de Palermo: uno en la corbata y otro en el saco. Con su rostro reflejaba seriedad, la misma que aparentó durante todo el partido, lejos del estilo enérgico que demostró durante su paso en Lanús. Claro, no estaba sentado como entrenador y tenía prohibido dar indicaciones o mostrarse como líder del equipo. ¿Por qué? Como aún falta resolver trámites en la Federación Italiana de Fútbol, el Mellizo no recibió la habilitación para dirigir en el Calcio (se resolvería en las próximas horas). Por eso, Giovanni Rossi volvió a ser la persona a cargo en el banco del equipo local.

Palermo no fue muy superior a Udinese desde lo futbolístico, pero hizo lo necesario para llevarse una victoria importante en la lucha por no perder la categoría. A los 35 del primer tiempo, Quaison abrió el marcador con un golazo, producto de una precisa y exquisita jugada colectiva. Luego, en el complemento, llegaron el resto de los goles: Hiljemark, a los 11, Lazaar, a los 32, y Trajkovski, a los 42, extendieron el marcador. Thereau, a los 41, había descontado para Udinese.

Con este resultado, el equipo de Guillermo alcanzó a Udinese en la tabla de posiciones con 24 unidades. Así, extendió la ventaja con el primer puesto de los descensos, que lo ocupa Capri, con 18.