Racing - Estudiantes, por el Torneo 2021: la Academia sumó otro partido sin ganar y la fiesta inicial acabó con silbidos

Racing estiró una fecha más su racha sin conocer la victoria y ya llegó a ocho. El 1-1 frente a Estudiantes enfrió la alegría que se vivió antes del arranque y encendió los silbidos en la despedida al equipo.

La energía de la presencia de la gente les ha dado a los encuentros de este fin de semana un par de marchas extra. Con más o menos precisión, la mayoría de los equipos se contagiaron de la añorada fuerza que baja de las tribunas aportando, aunque sea durante un rato, un ritmo poco usual al habitualmente entrecortado juego del fútbol argentino.

Como ha ocurrido desde el viernes en cada estadio, las lágrimas en los ojos, los gritos a todo volumen y las ovaciones a los referentes coparon también el Cilindro, sin importar el pálido presente futbolístico de la Academia. Ni siquiera el hecho de que las respuestas en el césped fuesen tan deshilachadas como había podido ver por televisión en las últimas semanas, o que fuera el equipo de enfrente el que manejase el partido a partir del momento que la pelota comenzó a rodar pareció importarle al hincha de Racing, inmerso sobre todo en su propia fiesta.

Lo mejor del partido

La felicidad del retorno evitó entonces que los primeros 20 minutos se convirtieran en un trauma. La felicidad, y que a Estudiantes le fallara la puntada final, porque en ese lapso, el Pincha creó cuatro ocasiones muy claras para ponerse en ventaja, casi todas producidas por arriba. Fallaron una vez Del Prete y dos Rogel, mientras que el poste izquierdo salvó a Gabriel Arias ante un remate de Matías Pellegrini.

Necesitó Racing que Nery Domínguez se asentara en su recuperado puesto de mediocampista y que Lisandro López retrasara su posición y entrara más en juego para que al mismo tiempo se emparejase el dominio, se achicaran los espacios y se ensuciara el traslado por mitad de cancha. Una trepada de Juan Cáceres por derecha que igualó los lanzamientos a los palos atestiguó la transformación.

La impresión de que el mejor momento del Pincha ya había pasado se acentuó en el segundo tiempo. Más aún cuando a los dos minutos, Aníbal Moreno remató mordido y cruzado un centro tímido de Viera para poner el 1 a 0 ante la pasividad visitante.

La desventaja evidenció los déficits de creativos del equipo de Ricardo Zielinski, que durante media hora naufragó sin brújula. Hasta que el Ruso empezó a sumar delanteros, el chico Franco Zapiola abrió un zurco por izquierda y el partido volvió a girar. A los 33, un centro suyo cruzó el área y Leonardo Godoy la empujó para el empate.

El 1-1 trastocó el ambiente. Arreciaron las protestas contra los dirigentes locales y la noche acabó pareciéndose a los tiempos de antes de la pandemia. Con silbidos y disgustos, sin el menor atisbo de fiesta..