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ROSARIO.– Una noche como para ratificar la impronta de un goleador y señales positivas de sociedades que se van construyendo y transformando un buen proyecto de equipo en algo que toma una competitividad voraz. La noche del sábado fue de Silvio Romero, autor de los dos goles que definieron un partido que terminó con alguna inclemencia en el fondo por el descuento canalla de Ignacio Russo y que puso en duda el buen trayecto recorrido hasta ese momento.
Tras el encuentro, Silvio Romero en declaraciones a la televisión remarcó que están en el camino correcto. “Todo el equipo se esfuerza. Lo que demostró el grupo hay que valorarlo, pero hay que corregir cosas porque sufrimos más de la cuenta cuando el partido lo teníamos controlado”.
Los golazos de Silvio Romero
Fue otra gran prestación del goleador, pero también de Alan Velasco, especialmente en la etapa inicial, y de Domingo Blanco en el centro del campo. El resto, en mayor o menor medida aportaron a la idea y se potenciaron.
El punto máximo de la sociedad entre el delantero y el escurridizo y hábil volante se convirtió en el gol. Velasco estuvo atento a un despeje, eludió a Jorge Broun con una gambeta en una baldosa, y asistió con tu toque de empeine a Romero que en el área chica marcó sin problemas. Lo de Velasco tuvo una pátina “bochinesca”.
“Estamos generando muchas más situaciones, me toca a mí finalizar jugadas, pero todo el mérito es de mis compañeros”, agregó el ex Lanús. Aunque también resuelve individualmente, como en el segundo gol. Una contra, dos pases, y Romero entrando de frente y antes de pisar la medialuna se la tiró por emboquillada a Broun. Golazo de colección. Fue el séptimo doblete de Silvio Romero con la camiseta de Independiente.
Las estadísticas marcan que Romero fue uno de los que menos pelotas tocó en el equipo de Julio César Falcioni, sim embargo, cada intervención llevó peligro. Antes de los dos goles, anticipó una pelota en el primer palo tras un centro de Bustos, de enorme primer tiempo, y no fue gol por milagro.
En el segundo participó de tres ocasiones que hubieran sellado el partido, pero Broun se lo impidió en dos oportunidades: un remate de zurda mordido, un tiro libre bien ejecutado y otra pelota que no llegó por poco. Goleador con estirpe.
Alan Velasco fue indetectable en todo el primer tiempo. Por derecha primero, sobre la banda opuesta después, ubicándose entre los mediocampistas rivales, fue pocas veces detenido. Con la pelota en los pies, en el regate corto y en las asistencias al pie, fue el mejor. Domingo Blanco jugó un gran partido de punta a punta.
La bandera de la victoria se la lleva el goleador, el protagonista que hace soñar a Independiente y que tiene dos escoltas de lujo. Al menos en la noche de Arroyito, aún con el reconocimiento de jugar ante un Rosario Central “suplente”, lo dejó en claro. De repetir, puede escalar hasta la cima.