Sin oposición, Alejandro Domínguez se transformó en el nuevo presidente de Conmebol

ASUNCIÓN.- La Confederación Sudamericana de Fútbol brindó hoy su apoyo unánime al paraguayo Alejandro Domínguez, al que eligió como su futuro presidente por unanimidad (10 votos sobre 10 posibles).

Incluso el chileno Arturo Salah y el peruano Edwin Oviedo, quienes se postulaban para dos de las vicepresidencias, depusieron sus candidaturas para allanar el camino a la lista propuesta por Domínguez. Así, el colombiano Ramón Jesurum y el venezolano Laureano González fueron seleccionados como vicepresidentes primero y segundo, respectivamente. El paraguayo Domínguez, además, obtuvo la vicepresidencia de la FIFA que le corresponde al fútbol sudamericano. Y el argentino Luis Segura, actual presidente de la AFA, irá a Zúrich, como nuevo integrante del comité ejecutivo.

Fue la muestra de unidad y consenso que el fútbol sudamericano quiso darle al mundo. Antes de que comenzara la elección, el presidente interino de la Conmebol, el escribano Wilmar Valdez, dejó sus sensaciones. Habló de los problemas de credibilidad que afronta la entidad y confesó que quería seguir en el cargo. "Este es un momento de crisis. Debe haber unión y fraternidad. Por más que la imagen no sea la mejor, esta es una institución muy grande. Hay que devolverle la credibilidad", dijo el escribano que preside la Asociación Uruguaya de Fútbol, y a quien convencieron de que era mejor deponer su candidatura antes que perder "por goleada" ante Domínguez. Con sus dos primeras movidas electorales, el paraguayo se había asegurado el apoyo de Argentina y Brasil, las dos federaciones más importantes del continente.

La de Valdez fue el único discurso hacia el futuro. En el estrado de Conmebol siguió estando español Gorka Villar, director general de la entidad que afronta un proceso penal por extorsión en Montevideo, Uruguay. También se lo vio a su padre, Ángel María, quien debe rendir explicaciones en su país. Mientras tanto, se mantiene como el máximo ejecutivo en funciones de la UEFA, y por eso vino a esta ciudad. Junto a él estuvieron dos invitados de lujo: los candidatos a la presidencia de la FIFA, Gianni Infantino y Ali bin-Al Hussein, el príncipe jordano.

En el Congreso Extraordinario y sus deliberaciones previas se habló mucho más de abogados y contratos de televisión que de fútbol. Es el denominador común de una asociación continental que pretende levantarse de sus propias cenizas. Son las secuelas del FIFAgate, el mayor escándalo de corrupción que sacudió a la pelota en toda la historia. De eso, y de evitar una crisis económica, deberá encargarse Alejandro Domínguez. El hombre que, desde hoy, reúne todo el poder de la Conmebol.

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