Tite, el entrenador que rescató a Brasil y renovó la esperanza en el buen juego

BELO HORIZONTE.- La culpa es de Luiz Felipe Scolari y el error viene de la década del 70. Felipao jugaba como zaguero en el Caxias y también trabajaba como profe de educación física en el colegio Cristovão de Mendoza. Antes de la final del torneo municipal contra la escuela Emilio Meyer, algunos padres le advirtieron que en el rival se lucia un volante ofensivo llamado Tite . Perdió Scolari. Cuando terminó el partido se acercó a la figura del adversario y le hizo una oferta: "Eres muy bueno Tite. ¿Te gustaría jugar en Caxias?", preguntó. "Soy Ade, Tite es el número 8. Lo voy a pensar, pero ya estoy entrenando en el Juventude". El otro club de la ciudad, el enemigo.

Algunos días más tarde, Scolari entró en una concesionaria Volkswagen y allí lo encontró a Ade. "¿Qué hacés acá, Tite?", preguntó. "No soy Tite, soy Ade -le recordó-. Empecé hace unos días a trabajar como mensajero". Felipao avanzó con su curiosidad: "¿Pero no estabas en el Juventude?". "Sí, pero allá me hacen jugar de zaguero... Y además mi papá quiere que trabaje", le contó Ade, que andaba por los 16 años.

La perseverancia ha sido uno de los históricos atributos de Scolari. "No, Tite, te voy a llevar al Caxias y ahí vas a jugar de 10". Quien llevaría al Scratch al título mundial en Corea-Japón 2002 pidió permiso en la concesionaria, se fue con Ade a su casa y le dijo a sus padres que el chico tenía talento y iba a jugar en el Caxias. Y, presentado por Felipao en el club como Tite, nunca más se pudo desprender de ese apodo.

Ade siempre fue Tite. Pero se llama Adenor Leonardo Bacchi. Es gaúcho, de la ciudad de Caxias do Sul, a 130 kilómetros de Porto Alegre. Ese hombre rescató a Brasil de las tinieblas. El mal paso por la Copa América del Centenario eyectó al marcial Dunga y un país se alineó detrás del paternal Tite. Lo tomó en la sexta posición de las eliminatorias , incluso fuera del repechaje, y cuatro partidos después y 12 puntos asegurados, el Scratch lidera la clasificación sudamericana. Casi el calco invertido del ciclo Bauza en idéntico período. Por cierto, se conocen bien los entrenadores: se cruzaron tres veces... y el argentino nunca ganó. Por la Libertadores 2015, San Lorenzo cayó 1-0 con el Corinthians de Tite, en el Bajo Flores, y en Brasil empataron 0-0. Ya en el Brasileirao de este año, con Bauza como DT de San Pablo, Corinthians se llevó el clásico por 2-0. Era febrero y ninguno se imaginaba que meses más tarde serían los técnicos de los colosos del continente.

Hace tiempo que en Brasil pedían por él. Pero desembarcó sin vanidad. "Si estoy aquí es porque no se han dado los resultados, y entiendo que la mejor manera de contribuir es aplicar aquellas palabras que han guiado mi vida y mi carrera: transparencia, democratización, excelencia y modernidad", explicó Tite. Casi desconocido en el extranjero, puertas adentro reúne un gran consenso. Era el indicado para un momento de crisis que ya disipó.

Debutó como técnico del Gremio Atlético Guarany. Luego dirigió a Caxias -el club al que lo había llevado Felipao como juvenil-, Veranópolis y algunos equipos brasileños menores más sin mayor suceso. Nada de glamour hasta ahí. Logró algún título gaucho con Gremio y entonces llegó a Corinthians en 2004. Pero después de un año sin suceso, pasó por Atlético Mineiro y luego Palmeiras. Una trayectoria sin logros importantes siguió por un mercado sin méritos, por los Emiratos Árabes para dirigir al Al Ain y más tarde a Al-Wahda. Pero regresó a Corinthians y arrasó entre 2010 y 2013: campeón del Brasileirao (2011), la Copa Libertadores (2012) y ese mismo año derrotó a Chelsea en el Mundial de Clubes. Por entonces ya lo pedían para conducir al Scratch que se preparaba para ser anfitrión del Mundial 2014. Pero el DT era..., sí, nada menos que Scolari.

De aquellos años gloriosos con el Timao salta un recuerdo que fue la única preocupación de los brasileños cuando Tite llegó a la selección: cómo se llevaría con Neymar. En 2012, después de un Corinthians 2-Santos 3, la joven estrella era acusada de "teatrero" por Tite. El técnico advertía que no alcanzaría la talla de Zico, e incluso iba más allá: "Perder o ganar forma parte del juego. Simular faltas no lo es. Neymar es un mal ejemplo para el niño que está creciendo, como el mío". ¿Irreconciliables? Hoy los dos se ríen de la anécdota. Como también se alegra Ade por lo bien que le está yendo a Tite.

"Es una gran excepción"

Campeón mundial con Brasil en 1994 y ahora comentarista televisivo, Raí analiza el choque de mañana:

"Estoy seguro de que Tite y todo el equipo entienden la relevancia de este partido. Ambos equipos tienen potencial para ser candidatos en la próxima Copa del Mundo, por historia y por presente. Este partido marcará el camino para ambos".

Raí interpreta el difícil momento que atraviesa Argentina como un proceso natural de cambios.

"Cuando sale un entrenador para que entre otro, como sucedió con Bauza, es normal que los jugadores demoren un poco en entender el mensaje; el equipo precisará de algunos partidos para engranar. Lo de Tite con Brasil es una gran excepción, fue un cambio de aire que salió bien".

Colaboró: Federico Cornali