Newell´s y Boca quedaron a mano: empataron 0 a 0 en Rosario

ROSARIO.- Boca , sumado el acumulado de la pretemporada, sigue sin ganar en 2014, aunque hubo algunas cuestiones positivas que se lleva de su visita a esta ciudad: jugó contra uno de los rivales más ofensivos del fútbol argentino y casi no sufrió situaciones de riesgo, además de afianzar algunas cuestiones que había anotado para darles continuidad desde los amistosos.

Carlos Bianchi , en la búsqueda de la identidad del equipo, había dejado atrás el esquema 4-2-3-1 por el 4-4-2. Con el ingreso de Cristian Erbes como volante por la derecha tuvo la intención de ganar solidez por las bandas y, en ataque, además de soltarlo más a Fernando Gago , tratar de que Juan Manuel Martínez no se desgastara tanto en el ida y vuelta y centrara su atención en desequilibrar más en los metros finales. El plan funcionó a medias, aunque las falencias no estuvieron en lo táctico sino en las decisiones y, sobre todo, las ejecuciones ofensivas de sus futbolistas.

"Boca tiene que ser candidato, y para eso debemos ser más realistas defensiva y ofensivamente", había dicho el Virrey en la semana. Algo de eso sucedió en los dos arcos. Dio algo de mayor seguridad y creó más situaciones que ante River, pero así y todo no le alcanzó para ganar. Si hubiera entrado una de las chances que tuvo Gigliotti en la primera etapa... Y, por el contrario, hubo fallas individuales (no del equipo como bloque) que pudieron costarle caro, como los errores de Zárate en la marca y los problemas que le generó Maxi Rodríguez a un Grana que estuvo dos veces cerca de cometer penal dejándose ganar la posición interna y agarrando más de la cuenta. Pero la gran falla puntual e individual de Boca estuvo en Forlín, que se dejó llevar por el amago de Rodríguez y le cometió penal a los 32 minutos del primer tiempo. Vigliano no lo cobró.

Durante el primer tiempo se vio el mejor pasaje ofensivo de Boca. Con Gigliotti peleando contra los centrales rosarinos y generándose algunas situaciones que fueron bien salvadas por Mateo (la figura del partido con cruces y relevos importantes) y el arquero Guzmán. En el debe del ataque, en Boca quedará una mayor participación de Gago y Martínez pisando el área rival. Fernando tuvo una chance clarísima sobre el final del encuentro luego de una buena jugada de Luciano Acosta (un juvenil desequilibrante y que toma buenas decisiones) que lo dejó de frente al arco de Newell's, pero demoró su remate a colocar y el balón finalizó en el córner. Antes estuvo cerca de cabeza, tras un tiro de esquina de Sánchez Miño .

A Newell's , que sumanueve partidos sin conocer la victoria, le pasó algo parecido a Boca en cuanto a cómo evaluar el punto conseguido ayer. Por un lado, saca a relucir los entendimientos que generó entre Ever Banega , Maxi Rodríguez y Lucas Bernardi. Pero, como contrapartida, generó muy pocas chances y en ninguna estuvo como protagonista Trezeguet . Y no por fallas del delantero, sino porque pese a que se movió para generarse los espacios nunca recibió la pelota de frente al arco. Sobre esto, una explicación: Maxi, Bernardi y Figueroa son tan ofensivos y tienen una calidad técnica y un desequilibrio que los entusiasman para finalizar ellos las jugadas. No se trata de egoísmo, sino de posesión en velocidad. Van con una rapidez que (por momentos) no puede acompañar Trezeguet por una cuestión física lógica.

Otras imágenes positivas que puede rescatar Boca de su paso por Rosario estuvieron en que se mostró junto entre líneas, que supo ser un equipo para avanzar y retroceder (mejoró en esto último Sánchez Miño) y corrigió, en parte, la defensa de los pelotazos cruzados, un recurso en el que había entregado grietas en el verano. Grana y Zárate no pesaron ofensivamente, y atrás (salvo lo marcado antes) siguen sin apoyar del todo con firmeza.

Por ahora, el empate conseguido en Rosario es para Boca un punto suspensivo en el comienzo del torneo , una evaluación para rescatar lo positivo y corregir lo negativo, pero para darle continuidad al análisis. Porque el equipo va mejorando de a poco de un partido a otro, aunque todavía no tenga el suficiente realismo ofensivo y defensivo para ganar un partido y ser candidato.

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