Una indeseable lista que crece...

La primera y la última habían sido por balazos. En esta ocasión, la nueva muerte que enluta al fútbol argentino llegó de forma más directa: un piedrazo y una golpiza. Como sea, Marcelo Cejas, el hincha de Tigre fallecido ayer, será recordado como la víctima número 222 en las canchas argentinas, según la organización Salvemos al fútbol. La larga lista comenzó el 14 de mayo de 1939, cuando en un partido de la cuarta división entre Lanús y Boca se originó una pelea entre los jugadores, los hinchas quisieron invadir el campo, la policía intervino con disparos para dispersar y uno de los impactos terminó con la vida de Oscar Munitoli. Tenía sólo 9 años...

Desde entonces, la nómina fue creciendo. Paulatinamente la cantidad de víctimas aumentó, en especial en la década del 80, cuando los incidentes en el fútbol se hicieron moneda casi corriente con el avance en círculos del poder de las barra bravas, instaladas en plenitud en los 90, con la violencia en su pico máximo de expresión.

En el listado se encuentran muertes originadas por diversos motivos: fallas organizativas, culpas dela policía y peleas entre hinchadas. Por problemas de recaudos, se recuerda como ejemplo lo sucedido el 23 de junio de 1968 en el estadio de River, cuando 71 hinchas murieron asfixiados y aplastados en la Puerta 12, la mayor tragedia en la historia del fútbol argentino.

Igual que en el caso del chico Munitoli, la policía fue culpada por otros muertes en las canchas, como pasó con Adrián Scaserra, que a los 14 años falleció el 7 de abril de 1985 en la tribuna visitante de Independiente, en un partido ante Boca, en Avellaneda, por un balazo. Su padre Juan siempre culpó a la policía. O el caso Fernando Blanco (17 años), de Defensores de Belgrano, muerto el 27 de junio de 2005 luego de un partido contra Huracán: el ministro del Interior, Aníbal Fernández, ordenó la separación de la Policía Federal de dos agentes por ese hecho.

ambién abundan los enfrentamientos entre hinchadas, como el que provocó el fallecimiento de Cejas. Así le sucedió a Ulisés Fernández, el hincha de Huracán víctima de la pelea con la barra de San Lorenzo en las cercanías del Nuevo Gasómetro, el 22 de diciembre de 1997.

El archivo deberá agregar los tristes hechos del 25 de junio de 2007 en otro capítulo de la violencia del fútbol argentino. Otra mancha que agranda una lista indeseable.

17 años tenía Ezequiel Melián, la última víctima antes de Cejas, fallecido en Santiago del Estero el 3 de abril del año último, por un disparo de bala.