Sobre el final, Vélez le empató 1 a 1 a Estudiantes y lo dejó sin poder llegar a lo más alto

Ya lo recitaban los viejos pensadores futboleros, esos que no comprendían de tácticas ni estrategias: el fútbol es así. Con esa síntesis vaga y, al mismo tiempo, abarcativa, muchos se apasionan por el fútbol y se desentienden de razones. Estudiantes fue puntero hasta los 42 minutos del segundo tiempo. Conservador, inteligente y sereno, hasta desperdició dos situaciones, en la parte final, que podrían haber elevado la diferencia. Vélez nunca bajó los brazos y tuvo su recompensa con un golazo del pibe Correa. En el juego de los merecimientos, no fue menos que su adversario. El 1-1, hoy, en caliente, puede parecer un alivio para Vélez y un castigo para Estudiantes. Tal vez, con el tiempo, según el transcurrir del juego, esos vocablos pueden cambiar de destinatario.

Vélez es un equipo noble, que se lanza al ataque como si se tratara de la última cena. No fue el caso de anoche, que hizo lo que pudo, aunque siempre para adelante; por eso visualmente no está nada mal que no pierda. No lo merece.

Estudiantes crece en silencio. Está a tiro de la punta y nadie le regaló nada. Gana sin la Bruja Verón , lesionado. Gana sin demasiado fútbol, apenas con el coraje de un puñado de voluntades y de una táctica seria y precisa. Son dos buenos equipos, que navegan en las aguas de la medianía general.

Un suplicio resultó la primera mitad. Sin ritmo, sin osadía, sin atrevimiento, sin recursos que potenciaran el espectáculo. Vélez creaba peligro en la oscuridad y Estudiantes se afirmaba con luces desde el fondo. El equipo de Liniers no tenía claridad y el elenco platense se aferraba al confort de la desesperación de su adversario.

De pronto, el desarrollo se transformó drásticamente. El fútbol es apasionante, entre otros puntos, porque es impredecible. No tiene lógica ni sentido común. Si en el boxeo una mano cambia todo, en el juego de la pelota un gol marca un antes y un después. Apenas empezó el segundo capítulo (algo más de 40 segundos), un envío cruzado de Jara encontró la cabeza goleadora del pibe Carrillo, una acción imposible de resolver para Cubero, desorientado en el tiempo y la distancia.

Ese tanto cambió todo. Vélez, que a pesar de la tibieza había sido un poco mejor, salió con los dientes afilados, pero no tuvo hambre en los metros finales. Y Estudiantes, que había expresado una liviandad llamativa para el ataque, encontró un cabezazo de manual y volvió al libreto de la seriedad y la mesura. Que la desesperación viajara a la otra frontera.

Y Vélez no pudo. Vélez no supo. Un tiro de Pratto chocó contra el travesaño. Zárate descubrió la seguridad de Rulli. Los minutos transcurrieron con la ambición desesperada de Vélez y la parsimonia estructurada de Estudiantes. El tiempo pasó drásticamente. Iban 42 minutos, cuando el balón fue acorralado por el pibe Coco Correa. De pronto, sacó un zurdazo espectacular, que selló el empate, por ese momento, impensado.

La bronca, entonces, cayó del lado de Estudiantes, que se reservó durante casi todo el desarrollo y apenas tuvo un par de ocasiones de riesgo, con el resultado en su favor, a través de Auzqui y Carrillo . Pudo haberlo definido, pero resultó demasiado conservador.

Para Vélez fue un premio a la insistencia. Un convencimiento que baja intelectualmente Turu Flores , un conductor que transpira el ataque. Sueña con el atrevimiento. No ganó, es cierto. Pero el 1-1 logrado en el final es un regalo a la perseverancia. A Estudiantes aún le duele el empate, es verdad. Pero no debe extraviarse en el foco negativo: está a dos puntos del líder. No todos están en condiciones de sentir ese estímulo en el mediocre fútbol argentino.

Sabella, presente. El técnico del seleccionado, Alejandro Sabella, estuvo en Liniers siguiendo los detalles del encuentro y observó a un futbolista que podría integrar la lista preliminar de 30 nombres para Brasil 2014.

Interés por Zárate. Tres clubes europeos, como Borussia Dortmund, Valencia y Villarreal, están interesados en contratar a Mauro Zárate para la próxima temporada. El atacante tiene el pase en su poder.

Salda una deuda. El Banco Central autorizó a la comisión directiva de Estudiantes a abonar en tres cuotas (abril, mayo y junio) los 800.000 dólares que se le adeudan a Tigres, de México, por el pase de Gastón Fernández, y así evitará cualquier sanción deportiva de la FIFA.

El gol de Carrillo

El golazo de Correa