Termina el US Open: Rickie Fowler y Wyndham Clark líderes, Rory McIlroy al acecho y los insólitos tiros de Xander Schauffele para salir de la arena

Rickie Fowler puso emoción en el Abierto de Estados Unidos de golf con un putt de 21 metros para birdie, pero perdió la ventaja al fallar desde un metro en el último hoyo este sábado, y terminó la tercera rueda con 200 golpes, 10 bajo el par, compartiendo el liderazgo del tercer major de la temporada con Wyndham Clark en Los Angeles Country Club. El desenlace de este domingo, que ESPN 2 televisará desde las 16, se presenta muy abierto, entre ellos y varios otros candidatos.

Uno es Rory McIlroy. Tuvo un desempeño estable –un birdie y un bogey en los últimos 14 hoyos– en un campo que finalmente comenzó a sentirse como de torneo major. El norirlandés concluyó la tercera vuelta con 69 golpes y quedó un tiro detrás de ambos estadounidenses, entusiasmado con poner fin a su sequía de nueve años sin un trofeo de los cuatro grandes. “Es lindo estar en la pelea”, comentó.

Fowler, que a pesar de su calidad de golfista jamás ha conquistado el Masters de Augusta, el PGA Championship, el US Open ni el Abierto Británico, tuvo que conformarse en la penúltima rueda con el par de 70 golpes, tras establecer un récord de 62 en la jornada inaugural y un -2 (68) en la siguiente. A su vez, Clark escapó de los problemas en la barranca del hoyo 17 con un putt de casi dos metros para par y mantenerse cerca. En el 18 tomó un audaz golpe de la misma distancia para un birdie que dejó el número 69 en su tarjeta y lo hizo alcanzar a Fowler.

Es la tercera ocasión en que éste llega al último grupo de salida en un major, y la primera en que no tiene a nadie por encima de él. Ergo, nunca había estado tan cerca de ser el golfista por vencer en la jornada final. “Fue una lástima. Habría sido lindo que entrara”, indicó Fowler sobre su tiro errado en el 18. “Realmente no importa estar en la punta. Un golpe detrás, dos... Hay que tener buen golf mañana”, opinó el californiano de 34 años, que jugará a la par de Clark. Hay una diferencia de experiencia en grandes situaciones de presión entre ambos: ésta será la tercera vez en que Clark participará en la última etapa de un major.

Otro jugador de buena reputación que nunca logró insertar su nombre en las listas de campeones de los cuatro certámenes principales es Xander Schauffele, de 29 años. Tuvo un magnífico comienzo en este campeonato, con 62 el primer día, al igual que Fowler, pero desde entonces cae marcadamente en la clasificación. En la segunda jornada estableció 70, y este sábado siguió retrocediendo, con 73. En parte, merced a errores gruesos de ejecución en sus intentos de salida de bunker en primer hoyo. Tres golpes le tomó salir de un arenal, ciertamente no fácil, pero que no debe ser semejante obstáculo para un golfista de su categoría.

Las fallas de Schauffele al intentar escapar de la arena

Por su parte, Scottie Scheffler, hoy el jugador número 1 del mundo, no parecía perfilarse como para estar entre los primeros hasta que terminó la rueda con 68 golpes, tras pegar con el hierro 7 para cubrir 196 yardas en el hoyo 17 y conseguir un birdie con un putt de seis metros. Eso lo ubicó en el penúltimo grupo de salida para este domingo, en compañía de McIlroy. El estadounidense acumula -7, y suma un impacto menos que otro rival de cuidado, su copmatriota Harris English.

La última hora del sábado trajo sorpresas por todos lados. Un largo día soleado en el campo norte de Los Angeles CC terminó con la conocida neblina marina y obligó a sacar los suéteres al final de la jornada.

Entre los latinoamericanos ninguno está en condiciones reales de levantar la copa. El chileno Joaquín Niemann concluyó su tercer recorrido con 70 y se posiciona 20º, con el par, a 10 tiros de la vanguardia. Su compatriota Sebastián Muñoz figura 47º tras un tercer día de 72 y el mexicano Abraham Ancer aparece 55º al cabo de su peor día en el Abierto, consecuencia de un tarjeta de 74 golpes. Los dos argentinos que habían tomado parte de US Open, Emiliano Grillo (+5) y Mateo Fernández de Oliveira (aficionado, +8), habían quedado al margen por el corte clasificatorio del viernes.

¿Fin de la grieta en el golf? El tratado de paz entre el PGA Tour y el LIV que dejó a Rory McIlroy como un "cordero sacrificado"

La gran ilusión. Golpazo y reconstrucción en una playa de la Polinesia: cómo los Pumas llegaron al bronce y un guiño histórico

“Memo” Gracida. Los mayores orgullos de un polista consagrado, el dolor que no se va y el dilema: ¿talento o sacrificio?