Efecto Aníbal: se fue y el clima se descomprimió

El hockey sobre césped nacional transita una doble vida. Por un lado, dos conjuntos nacionales vibrantes, llenos de ilusiones, que pueden cumplir un muy buen papel en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Por el otro, la Confederación Argentina de Hockey, que experimentó un cimbronazo en su cúpula: la renuncia del presidente Aníbal Fernández, un hombre jaqueado por conflictos políticos, y que también se vio salpicado dentro de la entidad por un controvertido convenio para la instalación de 46 canchas sintéticas en todo el país.

Sandra Isola, vicepresidenta primera de la CAH, tomó el cargo vacante hasta abril de 2017, cuando se renueven las autoridades. Durante la presentación de Adidas de la nueva indumentaria para Río 2016 y hasta 2018, la salteña lamentó el alejamiento del máximo responsable: "Estoy triste por la decisión de Aníbal, que está ligado a algo personal, muy alejado de lo que tiene que ver con el deporte".

Asimismo, Isola evitó entrar en la polémica por la supuesta mala relación de algunas jugadoras con el ex jefe de Gabinete del Gobierno kirchnerista, y afirmó: "Las puertas siempre van a estar abiertas para las jugadoras que quieran venir a aportar a la selección".

Nunca desde el comienzo de la gestión de Aníbal Fernández, en abril de 2013, Leones y Leonas quisieron verse emparentados con la figura del funcionario; en todo momento buscaron desprenderse de su estilo político, que por supuesto siempre excedió la coyuntura del hockey. Sólo Rosario Luchetti -que renunció a la selección en 2015- se mostró combativa, sobre todo en las redes sociales. En Londres, las Leonas lo ignoraron cuando llegó para las últimas jornadas del Champions Trophy y, al día de hoy, persiste un cuidado al referirse a él. Tanto es así que hubo algunos protagonistas que eligieron una imagen para eludir una opinión: "Tengo miedo de terminar en una zanja".

La arquera Belén Succi señaló: "Si fue su decisión, hay que respetarlo, nosotras venimos a jugar. Respondemos a un técnico y todo lo que sea fuera de eso, al jugador no le tiene que influir. ¿Creo que lo demostramos, no? Que pasen cosas en la política no significa que nos afecte como jugadoras".

Carlos Retegui, DT de los Leones, solía calificar a Aníbal como su "amigo personal", aunque reconoce que en el último año la relación se enfrió. Así y todo, elogió su gestión: "Hay que agradecerle su labor desinteresada para el crecimiento de todo el hockey argentino, que lleva muchísimos años. Desde 1995, cuando se hizo el estadio Nacional de Quilmes, que viene colaborando con el deporte".

Según Noel Barrionuevo, el vínculo era distante: "Mucho contacto no teníamos; en Londres, él se alojó en nuestro hotel y nos cruzábamos, pero el equipo manejaba distintos horarios, acorde con la agenda. Su renuncia nos tomó sorpresa". Y Lucas Vila, pieza clave de los Leones, describió: "No estuvimos involucrados en el tema de su alejamiento de la CAH y no nos modifica en nada. El equipo está con la cabeza en Río; sólo espero que los temas administrativos sean todos en pos del crecimiento del hockey".

Nadie lo dice, pero para ambos planteles, el adiós de Aníbal es una forma de descomprimir la situación y la mejor manera de que el foco no se desvíe de lo deportivo.

Un cambio: Ortiz por Cedrés

Jimena Cedrés, que había quedado como jugadora de reserva en las Leonas para los Juegos Olímpicos, decidió renunciar por problemas personales y fue sustituida por Paula Ortiz. Los planteles olímpicos tendrán 16 jugadores y dos suplentes