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BAHÍA BLANCA.– Diferentes sensaciones. Con objetivos similares, pero con realidades dispares. Para Olimpo representó la confirmación de una racha positiva que acumula tres éxitos consecutivos, mientras que para Newell’s representó un nuevo golpe para un equipo que pretendía recuperarse después del traspié en el clásico con Central. La victoria del equipo local por 2-0 fue la distancia que se advirtió en el campo, porque el conjunto rosarino estuvo lejos de su mejor versión.
Durante 45 minutos los dos equipos se dedicaron a deambular por el campo y no generaron situaciones de riesgo. El partido se desató en la segunda parte, cuando Olimpo tomó las riendas del cotejo. El local encontró el 1-0 luego de un córner ejecutado por Encina y un bombazo de Vega que se clavó en el ángulo del arco defendido por Ustari. El conjunto bahiense defendió el resultado a partir de su búsqueda. El equipo rosarino acusó el golpe, intentó reaccionar, pero mostró poco juego asociado y casi ni inquietó al local. Desde la llegada de Bernardi, Newell’s acumuló un triunfo (en el debut del DT), un empate y ahora ya suma dos derrotas consecutivas. Además, lleva una racha de siete juegos sin festejar de visitante.
El partido se ensució cuando Newell’s advirtió que se le escapaban las posibilidades de igualar el encuentro. La peor parte se la llevó Sills por un golpe de Villalba. El defensor tuvo que dejar la cancha y si bien en un principio no pareció algo grave, más tarde los estudios mostraron una fractura de la tibia derecha.
En el final, Acuña hizo el segundo y selló el éxito de Olimpo que empujó a Newell’s a una nueva decepción.