Orden y seriedad en la espera en el búnker alemán

SEUL (De nuestros enviados especiales).– Flashes, micrófonos y cámaras monopolizaron a Oliver Kahn, una de las grandes figuras de este Mundial. Sin embargo, por estas horas las preocupaciones de Alemania están sobre dos temas excluyentes, con la mente puesta en la final del domingo próximo ante Brasil. El primero es cómo armará el medio campo Rudi Völler sin la presencia de Michael Ballack –suspendido por acumulación de amonestaciones–; el segundo pasa porque el delantero Miroslav Klose no termina de recuperarse completamente.

Hoy, el seleccionado germano trabajó en el Misari Ground, un complejo ubicado a 10 minutos de donde se hospeda, en un sitio descampado y de casas humildes. Un centenar de periodistas de todo el mundo siguió atento durante los 20 minutos permitidos cada uno de los movimientos de los alemanes.

La ausencia de Ballack sería cubierta por Jens Jeremies, un volante de características más defensivas. Según Völler, Ballack es insustituible, por lo que dispondrá una línea de tres defensores y cinco volantes, sin un enganche definido (no posee jugadores de esas cualidades). Alemania formaría con Kahn; Ramelow, Linke y Metzelder; Hamann, Frings, Jeremies, Schneider y Bode; Neuville y Klose o Bierhoff.

Esta última duda tiene que ver con que Klose sigue con dolor en las costillas, por el golpe que sufrió ante Corea. La variante que maneja Völler es Bierhoff, aunque tampoco se descarta a Jancker, que hoy no se entrenó por una ligera afección en la garganta.

Aunque el clima que reina en el búnker europeo es de un total orden y seriedad, Dietmar Hamann sintetizó la manera en que los alemanes afrontarán la final: “Debemos jugar con disciplina para que Brasil apenas disponga de ocasiones de gol”.