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Suele pasar. Como si fuera una carrera de obstáculos en la que la última valla se convierte en la más importante, es posible que se descuiden las anteriores, las más sencillas en apariencia. A Ellerstina, la obsesión por ganarle a La Dolfina tal vez esté erosionando su funcionamiento ante los restantes rivales, los que debían suponer menores riesgos.
Facundo Pieres, el emblema, tiene los pies sobre la tierra. Ni siquiera la derrota del equipo de Cambiaso ante Alegría en Hurlingham le hace perder el eje de su análisis: “Tenemos que pensar en mejorar. Por ahora sabemos que La Dolfina está un escalón, o dos, o tres, arriba nuestro. Quedó demostrado en la final de Tortugas”.
Al N° 3 lo preocupan los rendimientos en aquellos encuentros que no deberían darle mayor trabajo a Ellerstina: “No hemos logrado que el equipo ande bien todos los partidos y tener un funcionamiento como para jugar una semifinal contra Alegría en Tortugas, o contra La Aguada en Hurlingham.”
Alegría estará en su zona en Palermo, no será como enfrentarlo en la definición de Hurlingham, como pasó hace unos días. “Contra Alegría en Tortugas jugamos bien cuatro chukkers y la segunda mitad mal, entonces ganamos ajustado. Tuvimos sólo lapsos jugando bien. Por supuesto en la final acá con La Dolfina jugamos muy mal. Eso trae preocupación pero es una preocupación buena y mientras pensemos en sacar lo mejor del equipo vamos a andar bien”, analiza Facundo. La Catedral supone un incentivo que un grande como Ellerstina sabrá usar en su favor.