Milennial a los 45: el año por año de Adolfo Cambiaso hasta su gol número 1000 en el Abierto de Palermo

"No creo llegar a 1000 goles en Palermo, como Pelé, pero a 800 con un clon de Cuartetera sería genial". Adolfo Cambiaso pronunció la frase en noviembre de 2012. Estaba en la cancha 2, tras un triunfo de rutina en el Campeonato Argentino Abierto. Tenía 37 años. Para alcanzar la barrera de los 1000 debía hacer el equivalente a un 25% de lo que había conseguido hasta ese momento. Y ya era grande... En logros y en edad.

Pero el día llegó. A los 45, una etapa de la vida en la que algunos polistas todavía juegan en el alto nivel pero no en el mejor equipo, Cambiaso realizó en el Abierto de Palermo lo que se cree que hizo Pelé en el fútbol: registrar 1000 goles. En su caso, comprobables, contados y discriminados año por año, como se aprecia en el cuadro adjunto.

Lo logró en el 24-9 de La Dolfina a La Irenita II, por la zona A. Fue un trabajo de equipo en el tercer chukker: pase larguísimo de David Stirling, limpieza de marca por parte de Juan Martín Nero y definición solitaria de Cambiaso con el camino libre al arco. Ni festejó Adolfito. Sabía que antes del partido estaba a cuatro tantos de la marca histórica, pero los polistas no cuentan los goles que van marcando durante el juego. Terminó con 12 y quedó en 1008 totales.

"Tuve muchos saludos, de un montón de gente, como si hubiese ganado un partido importante. Y mirar los videítos del primer gol hasta llegar al mil es increíble", comentó Cambiaso a LA NACION. Sin euforia, por cierto. "Los récords y los números son para batirlos; los tomo con mucha tranquilidad", agregó. Para él, lo importante era lo colectivo: en el segundo partido de la formación titular entera, el objetivo era mejorar, tras un debut que no había dejado conforme al equipo en cuanto al juego (20-11 a La Irenita).

Hoy, el crack está en una etapa más zen de su carrera. Al menos, en objetivos, porque cuando está en la cancha toma temperatura como siempre (incluso durante un partido del Abierto de Hurlingham fue expulsado por dos minutos). Ambiciona ganar el Argentino Abierto una vez más (la 17ª), pero cuando para la pelota, su mente va más allá: el 1 quiere compartir la cancha con su hijo como titular en la Triple Corona, la última meta que le queda a su fastuosa trayectoria de casi tres décadas en el más alto nivel.

"Dos o tres años más. Me siento bastante bien todavía", estimó lo que le queda de carrera, ante ESPN. No es poco. Hace unos años, poco antes de cumplir 40, tuvo problemas significativos de ciático y desgarros recurrentes de aductores, más lesiones circunstanciales. Hoy se cuida mucho más, y su vida útil de polista se alarga. Eso le permite darse gustazos, como el de julio último cuando conquistó con Poroto, su heredero de entonces 14 años, el Abierto Británico, el certamen más grande fuera de la Argentina.

Compacto de La Dolfina vs. La Irenita, con el gol 1000 de Cambiaso en el Argentino

A esta altura, con 16 consagraciones en el Argentino Abierto, cuatro Triple Corona, 37 títulos de campeón en los tres torneos mayores de Buenos Aires, unos 50 de primer nivel en el exterior, un Olimpia de Oro y, ahora, la marca de 1000 goles en esa suerte de mundial anual de polo que es Palermo (con 349 de ventaja sobre Eduardo Heguy, 417 sobre Bautista Heguy y 503 sobre el aún activo Facundo Pieres), a Cambiaso no le quedan más lauros por proponerse, más que ganar cada partido que afronta.

En 28 participaciones, incluida la actual, el crack promedia 36 tantos por Abierto de Palermo y 8,8 por partido. Altísimas medias, por supuesto. Y lo notable se complementa con la vigencia que muestran los números del hombre de Cañuelas: sus marcas de goles en Palermo son casi iguales en los últimos años que en los primeros y los intermedios, si bien su juego ya no es tan espectacular como hasta hace diez años.

Hace 28 temporadas, cuando batió el récord individual de goles en un partido en su mismísimo debut absoluto en el Argentino Abierto, con 16 tantos a Los Indios jugando por Ellerstina en 1992, empezó una historia de 114 capítulos y 1008 pequeños éxitos. Una historia que seguirá por un par de temporadas, al menos. Y dentro de poco tiempo, con un heredero que sumará goles palermitanos al apellido más fuerte del polo.

¿Un sobrino tras sus pasos?

Por lo pronto, la sangre Cambiaso ya tiene otro goleador serial en Libertador y Dorrego. Camilo Castagnola tiene 17 años y este domingo marcó 10 –golazos algunos– en un partido crucial. Con el brillo de su número 1, La Natividad-Monjitas superó a RS Murus Sanctus por 12-11 y ganó una suerte de cuarto de final en el grupo A: en la última fecha, el ganador definirá la zona, y un pase a la final del Abierto, contra La Dolfina.

Será un partidazo entre el tío Cambiaso y los sobrinos Bartolomé y Camilo Castagnola. Este último, en su segundo Palermo, cruzó la barrera de los 50 tantos (51) a la misma edad a la que Adolfito se estrenaba en el certamen. Pero "Jeta" se mantiene humilde: "Voy 50, nomás... ¿Sabés lo lejos que estoy?", planteó frente a la inevitable proyección. "Imposible...", descartó, con una sonrisa.

Compacto de La Natividad-Monjitas vs. RS Murus Sanctus

Ahora, Ellerstina

Este lunes continuará el torneo, con dos cruces del grupo B.

A las 12 y en la cancha 2, Ellerstina (39 de handicap), invicto en la Triple Corona, dará otro paso, ante Cría Geté (31). El conjunto de los hermanos Pieres e Hilario Ulloa es el de mejor funcionamiento en la temporada y tiene otro compromiso como no perder ritmo.

Y a las 16, pero en la cancha 1, habrá un enfrentamiento de pronóstico reservado: La Dolfina Polo Ranch (33) vs. La Ensenada-La Aguada (29). Pese a los cuatro tantos de diferencia en las valorizaciones, se espera un encuentro equilibrado, porque La Ensenada-La Aguada es la revelación positiva de 2020, mientras que La Dolfina PR no alcanzó por ahora su tope de potencial.

Estadísticas: Claudio Cerviño