México 86: las peores patadas de los coreanos a Diego Maradona

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Le gusta decir a Carlos Bilardo que Diego Maradona no era el jugador señalado entre las figuras de ese Mundial. Que por esos tiempos los medios hablaban del francés Michael Platini, del brasileño Zico, del alemán Rummenigge… Una forma de demostrar que él fue el único que creyó en lo que podía pasar.

Sin embargo, desde el primer minuto de la Copa del Mundo de México 86, Maradona recibió un trato diferencial por parte de sus rivales. El 2 de junio de 1986, en el estadio Olímpico, en el DF, Corea del Sur recibió al astro argentino con una insólita persecución. Le cometieron 11 infracciones. Algunas extremadamente violentas.

Al minuto de juego, Joo Sung Kim lo cruzó vehementemente en una acción en la mitad de la cancha que no llevaba ningún peligro. Fue apenas un anticipo de lo que estaba por venir.

Tiempo después, Maradona recordó lo ocurrido en ese partido: "¡Cómo me pegaron, mamita! ¡Cómo me pegaron! Me hicieron once fouls, casi todos los del partido. Digo once y parece poco, pero algunos me dejaron sangrando, sin joda... Otro me entró tan fuerte con los tapones, que me traspasó la media ¡y la venda! Y mirá que yo uso vendas que son como yesos, ¿eh? ¿Y saben cuándo amonestaron por primera vez a un defensor? A los 44 minutos, al número 17, la desgracia, que no me acuerdo cómo se llamaba pero yo ya lo había bautizado Kung Fu". Los datos son correctos. Fueron 11 infracciones. El número 17 fue Jung Moo Huh.

Huh fue el perpetrador de la patada más salvaje que sufrió Maradona en ese Mundial. Un cruce con una agresividad que quedó retratada en varias fotos históricas. Lo curioso es que si bien sancionó la falta, el árbitro Victoriano Sánchez Arminio ni siquiera amonestó al infractor.

Es más, en ese partido sólo dos coreanos fueron amonestados. El primero fue Huh, luego de darle un golpe en la cara a Maradona a los 44 minutos del primer tiempo, el segundo fue el capitán Chang Sun Park, por una infracción a Valdano a los cinco minutos del segundo tiempo.

Curiosamente, años después Maradona y Huh se cruzaron otra vez en una cancha, en el Mundial de Sudáfrica, siendo ambos entrenadores de sus seleccionados. Aquel 17 de junio de 2010 la Argentina se impuso por 4-1. Y a Huh, los periodistas le fueron a preguntar por un partido jugado 24 años antes. El asiático se defendió: "Yo no lo golpeé intencionalmente. Si lo hubiera hecho, el árbitro me habría expulsado y fíjese que ni siquiera fui amonestado por esa jugada".

jt