El festejo de Palavecino y el escándalo entre los jugadores de River y Boca en el final del Superclásico

El final del superclásico entre Boca y River en el estadio Monumental terminó en un punto máximo de tensión. Después de que el Millonario se impusiera 1-0 por un gol de penal, los futbolistas de ambos equipos se vieron implicados en un gran tumulto adentro del campo de juego tras el tanto que convirtió Miguel Borja.

Al minuto 45 del segundo tiempo, el árbitro Darío Herrera no dudó en la infracción de Sandez sobre Solari y cobró la falta. Así, se decretó el penal que luego Borja convirtió en gol. Instantes después, cuerpo técnico de los equipos y los jugadores se enfrentaron en un tumulto.

¿Qué pasó? Agustín Palavecino celebró el gol frente al plantel de Boca, lo que generó el enojo de los jugadores. La situación derivó en la expulsión de seis futbolistas: Palavecino, Centurión y Elías Gómez (los últimos dos estaban en el banco) en River y Merentiel, Valentini y Ezequiel Fernández, en Boca, recibieron la tarjeta roja por parte de Darío Herrera tras los incidentes. Además, echó a Jorge Almirón, DT visitante.

En las imágenes capturadas por la transmisión televisiva, se pudo ver al mediocampista Alan Varela lanzarle un puñetazo al lateral de River, Enzo Díaz. Minutos después se reanudó el juego, que terminó con la victoria del Millonario sobre Boca.

La definición de Borja

El gol de Borja, de penal, fue sancionado por el árbitro Darío Herrera por una infracción de Agustín Sandez a Pablo Solari, en tiempo de descuento. Mientras el colombiano festejaba en un rincón, a sus espaldas se desataba una trifulca entre los protagonistas por el festejo desmedido y desubicado de Agustín Palavecino delante del defensor Nicolás Figal.

El partido se reanudó luego de varios minutos de encontronazos y discusiones. En los dos minutos que se disputaron tras el escándalo, River pudo haber aumentado la ventaja, pero Borja no llegó a empujar un buen centro de Enzo Díaz.

Más allá del escandaloso desenlace y de pulsaciones aceleradas de un lado y del otro, más de 83.000 mil hinchas de River celebraron la agónica victoria para el puntero del campeonato, que alcanzó los 37 puntos y sacó más diferencia de sus perseguidores. A su vez, estiró la diferencia a 19 con su eterno rival, que tiene 18 unidades y ronda la mitad de la tabla. Así, River se sacó de encima el gusto amargo por la humillante goleada que sufrió ante Fluminense (1-5) por la Copa Libertadores, festejó de cara a su gente. Boca se fue masticando bronca, buscando explicaciones por un penal que discutieron, y por una derrota que lo deja cada vez más lejos de su archirrival.