La nueva realidad de los Pumas: poco descanso y alta exigencia en sus clubes

Julián Montoya es desde julio el capitán de los Pumas y uno de los pocos que mantuvieron un nivel alto en un pobre Rugby Championship por parte del seleccionado argentino. Es el único jugador que protagonizó los seis partidos como titular y completó 420 minutos, un promedio de 70 por partido. Es un número muy alto para un puesto desgastante, el de hooker. El 2 de octubre terminó el torneo, al día siguiente subió a un avión y luego de un par de entrenamientos saltó a la cancha el último sábado como parte de Leicester Tigers. Su club lo necesitaba frente a London Irish, y le fue bien: triunfó el único puntero de la liga Premierhip. La situación que vivió el capitán es un reflejo de la demanda de esfuerzo que rige en los Pumas por la interposición de calendarios. El staff encabezado por Mario Ledesma no controla el descanso de sus jugadores ni su intensa carga de trabajo.

De los 21 jugadores que tuvieron acción en la última fecha, frente a Australia, 17 se desempeñan en el exterior. Seis de ellos sumaron minutos el fin de semana: además de Montoya, Matías Alemanno (Gloucester), Gonzalo Bertranou (Dragons), Gonzalo García (Valorugby Emilia), Marcos Kremer (Stade Français) y Tomás Lavanini (Clermont) actuaron entre el sábado y el domingo. Estos dos últimos estuvieron frente a frente por primera vez y el estadio Jean Bouin vibró luego de contundente tackle del entrerriano al segunda línea formado en Hindú. En ese partido Lavanini sufrió una fractura de mandíbula, será operado y estará dos o tres semanas inactivo (cuando se encaminaba a lograr el try, recibió en la cara un rodillazo de Léo Barré, que llegó un instante tarde al tackle). Seguramente el resto de los jugadores tendrá actividad en los próximos fines de semana antes de una ventana de noviembre en la que los Pumas visitarán a Francia, Italia e Irlanda.

Para Mario Ledesma, el poco descanso de sus dirigidos en el conjunto nacional es un problema, que muchas veces remarca en las conferencias de prensa. “Estos chicos terminaron su temporada hace un mes, o un poco más; luego jugaron los tests de julio, se fueron de vacaciones y de regreso tuvimos cuatro sesiones de entrenamiento para jugar contra Sudáfrica”, subrayó el entrenador de los Pumas en septiembre.

“La situación actual del rugby argentino es muy desafiante y pareciera que las instancias internacionales mucho no se preocupan por el tema. Se habla mucho de la salud mental de los jugadores, de la integridad física, y nosotros tenemos jugadores que compiten en el hemisferio sur internacionalmente y en el nivel de clubes en el norte. Así que prácticamente juegan 12 meses por año. No es una casualidad que aparezcan las lesiones que aparecen cuando encima hay que competir contra los mejores del mundo. El año pasado muchos tuvieron lesiones en sus clubes, así que creo que es algo que World Rubgy tiene que atender seriamente”, agregó Ledesma en otra conferencia. En las seis fechas del Rugby Championship, 17 de los Pumas resultaron lesionados; incluso, algunos lo fueron en entrenamientos.

Además de encontrar soluciones en el juego dado el bajo rendimiento que vienen teniendo los Pumas en 2021, Ledesma debe lidiar con estos problemas para unir las piezas y que los jugadores estén a tono física y mentalmente. Durante la etapa de Jaguares, de 2016 hasta marzo de 2020, los entrenadores podían administrar las cargas de trabajo de los que se desempeñaban en el país. Ahora, sin una competencia de alta jerarquía para los que permanecen en el territorio nacional, la mayoría emigró y los rugbiers establecidos en Argentina que tienen su oportunidad en los Pumas son muy pocos.

Vale destacar que, por motivos personales, algunos que actúan en Europa decidieron no participar en el Rugby Championship, que duró aproximadamente dos meses. Benjamín Urdapilleta y Juan Imhoff renunciaron a todo el torneo, y Francisco Gómez Kodela y Nahuel Tetaz Chaparro estuvieron solamente en las dos primeras fechas. La voz de los clubes pesa. Si bien están obligados a ceder a los deportistas en julio, durante el Rugby Championship y en noviembre, son los que pagan los contratos de los jugadores y quieren contar con ellos la mayor parte de la temporada. Un problema para el rugby argentino en este nuevo escenario post Súper Rugby.

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