Los Pumas se tomaron revancha de los Barbarians Franceses con un triunfo por 21-9

LA PLATA.- Los Pumas parten mañana a Australia para iniciar la última etapa de la preparación que tiene como punto cúlmine el 20 de septiembre, el debut en el Mundial ante Nueva Zelanda. Aunque el Rugby Championship, más los dos amistosos, permitirán terminar de ajustar el funcionamiento, se esperaba que a esta altura, y con seis meses de trabajo intenso, los jugadores que actuaron hoy llegaran con algunos conceptos mejor internalizados.

En la victoria en el segundo partido de la visita de los Barbarians Franceses por 21-9, la Argentina mostró una mejoría apenas tenue respecto de la derrota en Rosario. Alcanzó para ganar, pero se repitieron varios de los males evidenciados seis días atrás. Se volvieron a cometer muchos penales (16), no hubo precisión, se perdió más de lo que se ganó en el uno contra uno y pocas veces existió fluidez en el ataque.

En los cinco partidos que restan, los nombres serán muy distintos, con la incorporación de la mayoría de los que actúan en el exterior. No es mucho y hay que sacarles el máximo provecho. Por eso se apostaba a que los 13 partidos previos hubieran servido para que la camada de jugadores contratados por la UAR llegaran más afilados.

Sin embargo, a juzgar por lo ocurrido en La Plata, esta evolución no terminó de concretarse. El rendimiento fue de mayor a menor. De la conquista del Pacific Challenge a los dos amistosos con Barbarians Franceses, el primer adversario conformado por jugadores profesionales que actúan en una liga de elite, se observa que todavía faltan aspectos por pulir. Se hicieron cambios en el scrum, una formación que había sido efectiva, que no terminaron de digerirse. La defensa del maul fue preocupante. El line sigue siendo inconstante. Y la disciplina parece cada vez más un mal endémico.

Jugar un partido tan intenso a pocas horas de emprender el viaje más importante de los últimos cuatro años suele entrañar muchos riesgos, aunque el rodaje es clave para un grupo de jugadores cuyas oportunidades de juntarse son contadas, al menos hasta que en 2016 se ingrese en el Súper Rugby. Los franceses, como en el primer partido, imprimieron una intensidad muy alta y el peligro de lesión estaba latente. La entrega de los argentinos no fue total, como se observó en algunos tackles laterales.

Los corazones se detuvieron cuando Pablo Matera se torció el tobillo, o cuando Jerónimo de la Fuente tardó en reincorporarse tras una gran corrida, o cuando Lucas Noguera Paz se golpeó el hombro, primero, y la cabeza, después. O en el tumulto que se armó al final, donde volaron las piñas, prueba de la animosidad con que se vivió partido. Afortunadamente no hubo lesionados que lamentar.

Pocas fueron las veces que los Pumas les sacaron alguna exclamación a los 3000 espectadores que hubo en La Plata Rugby. El try de Matera, coronando una buena escapada de Martín Landajo, o el de Javier Ortega Desio, completando la mejor acción en continuado y una asistencia con el pie de Nicolás Sánchez, fueron lo más destacado, junto con un gran contraataque de De la Fuente, el mejor del partido y una de las confirmaciones desde noviembre hasta acá. Lo mismo puede decirse de Isa, Ortega Desio y Lezana, que esta vez no jugó.

Igual de festejadas fueron las incursiones de Benjamín Urdapilleta, con ruidosa hinchada propia llegada de Villa de Mayo y una bandera que rezaba "Hourcade, Urdapilleta es argentino". No obstante, el flamante 10 de Castres no tuvo la gravitación que había tenido en el partido anterior.

Al considerar que hoy hubo 20 de los 36 jugadores que mañana a las 8 partirán a Sydney para realizar la preparación de cara al Rugby Championship (de donde saldrán los 31 que irán al Mundial, además de Mariano Galarza si se recupera a tiempo), se concluye que todavía hay mucho por trabajar. La mayoría serán piezas de recambio, pero ante desafíos mayúsculos como son los de enfrentar a las tres potencias del Sur y, más aún, jugar un Mundial, su importancia no es menor.

La síntesis

Argentina 21: Román Miralles; Matías Moroni, Jerónimo de la Fuente, Juan Pablo Socino y Tomás Carrió; Santiago González Iglesias y Martín Landajo (cap); Javier Ortega Desio, Facundo Isa y Pablo Matera; Tomás Lavanini y Guido Petti Pagadizabal; Matías Díaz, Julián Montoya y Lucas Noguera Paz.

Cambios : ST 4m, Benjamín Macome por Matera; 14, Nicolás Sánchez por González Iglesias; 20, Nahuel Tetaz Chaparro por Díaz; 21, Santiago Iglesias por Montoya; 25, Bruno Postiglioni por Noguera Paz, Tomás Cubelli por Landajo y Matías Alemanno por Petti; 30, Lucas González Amorosino por Miralles.

Barbarians Franceses 9: Geoffrey Palis; Benjamin Lapeyre, Henry Chavancy, Jonathan Danty y Silvère Tian; Benjamín Urdapilleta y Jérôme Fillol (cap); Pierre Rabadan, Virgile Bruni y Antoine Burban; Arnaud Mela y Thibault Lassalle; Jean-Baptiste Poux, Brice Mach y Antoine Tichit.

Cambios: ST 6m, Jean-Charles Orioli por Mach y Lucas Pointud por Tichit; 14, Julien Tastet por Rabadan; 21, Walter Desmaison por Poux; 25, Heini Adams por Fillol y Julien Rey por Chavancy; 31, Jocelino Suta por Mela, y 35, Gilles Bosch por Urdapilleta.

PT: 3 y 45 minutos, penales de Urdapilleta (BF); 25 y 47, penales de Socino (A), y 31, try de Matera (A).

ST: 5 minutos, penal de Socino (A); 14, penal de Urdapilleta (BF); 21, gol de Socino por try de Ortega Desio (A).

Cancha: La Plata Rugby Club.

Árbitro: Ben O’Keeffe (Nueva Zelanda).