"Fuerza Jero", un mensaje sensible que simboliza el espíritu del rugby

La hora señalada con la que los dos equipos hicieron el ingreso a la cancha por poco coincidió con aquel fatídico minuto 35 del primer tiempo de siete días atrás. Cada uno por su lado y concentrados en lo suyo, SIC y San Luis salieron ayer a jugar un partido que bien pudo haberse suspendido. O postergado. Incluso, pudo tener otros protagonistas, con menos mérito deportivo, si ambos decidían renunciar. Pero no. Se impuso la caballerosidad y el espíritu que acuna al rugby. Había compromisos asumidos y obligaciones por cumplir. Una vez terminados los saludos de rigor entre los protagonistas, vino el momento más emotivo de la tarde, flameando en una bandera y con aplausos por doquier: "Fuerza Jero".

El accidente sufrido por Jerónimo Bello, pilar Zanjero, en la cancha de Newman el sábado 17, y quien hoy continúa en proceso de recuperación de una lesión medular, por supuesto que no iba a pasar inadvertido, ni dentro ni fuera del terreno de juego. En el minuto 3, su número de toda la vida, un sentido homenaje bajó desde la tribuna del SIC y al que se acopló el resto del estadio. Y en el 7, todos se paralizaron: primer scrum del partido. Miradas atentas y una perfecta labor de Pablo Deluca, que siguió al pie de la letra las recomendaciones que en la semana pasada la UAR se encargó de hacer llegar a buena parte del ambiente ovalado. "Agárrese bien, 1 azul, más junto, 2 blanco", se lo escuchó decir al hijo homónimo de aquel árbitro de probada trayectoria en el referato argentino e internacional. "Agradezco la buena predisposición de los jugadores. En todo momento los vi con intenciones de jugar cada scrum. Y a la primera infracción, se sancionó como tiene que ser. Quizás en el segundo tiempo, y con los nervios lógicos del resultado, se volvió algo más desprolijo, pero no hubo problemas, todo estuvo bajo control", comentó Deluca, quien en cada situación tuvo la colaboración tanto de Ignacio Iparraguirre como del cuyano José Covassi, sus celosos asistentes. "La iniciativa sirve y mucho. Cuanto más se observe a la formación, mejor saldrá", agregó.

En ese sentido, no hubo lugar para jugarlos de nuevo (el denominado reseteo, en la intimidad). Sí para algunas pequeñas quejas del SIC sobre la manera de lanzar la pelota (torcida, según su mirada). Y si bien ninguno de los dos equipos terminó con amonestados, ni tampoco se apreciaron demasiadas advertencias a los pilares, se penalizó como se debía y a quién correspondía. "Estuvo bien disputado, con mucha lealtad", dijo, escueto, Marcos Gatica, emocionado hasta las lágrimas y designado como el reemplazante de Bello para este encuentro determinante y especial. "Para nosotros fueron los días más largos que nos tocó vivir. Se hizo difícil entrenar, pero llegamos de la mejor forma al partido porque lo queríamos jugar por él y por todos. La cabeza da vueltas, sí, aunque una vez que arranca te abstraés por completo. No incidió en absoluto en la derrota. Hicimos un mal primer tiempo", añadió Francisco Piccinini, capitán del conjunto de Boulogne, quien junto al resto de sus compañeros lució la leyenda #DaleJeroN en su camiseta. Todo un símbolo.

Las lesiones cervicales en el rugby no son frecuentes. Sin embargo, las hay. Tres casos de relativa gravedad en el último año encendieron una alarma que suena y suena, pero que con la satisfactoria experiencia de ayer su ruido puede comenzar a atenuarse poco a poco. La pirámide, su base y sus puntas, se asientan.