Rugby Championship. Los Pumas estuvieron cerca, pero no pudieron con el poderío de los Springboks: derrota 30 a 23

NELSPRUIT.- Con ventaja de 23-13 a 10 minutos del final y jugando por momentos un rugby de alto vuelo, marcando dos magníficos tries e imponiendo condiciones, parecía que la hazaña de vencer a Sudáfrica como visitante por segundo año consecutivo era un hecho. Sin embargo, entre la enjundia de los locales y algunos errores de concepto graves que a esta altura se esperaba no se cometerían, los Springboks dieron vuelta el partido con dos tries convertidos y un penal para quedarse con el triunfo por 30-23.

Un golpe difícil de digerir para el equipo argentino, que pese a desperdiciar buenas oportunidades y a ser superado ampliamente en el scrum había llegado a mostrar de qué es capaz cuando mueve la pelota, contraataca con criterio y puede avanzar con control.

Sin embargo, en los minutos finales aparecieron viejos vicios como la dificultad para salir del campo propio, arriesgando ahí sí más de la cuenta, cometiendo penales innecesarios (tres en esos 10 minutos) y, en definitiva, cediendo una victoria que parecía tener asegurada.

Luego de un gran contraataque iniciado por Nicolás Sánchez, lanzando a Manuel Montero, y que el propio 10 definió un par de fases más tarde sirviéndole el try a Santiago Cordero con un sombrerito exquisito, sobrevino la debacle. Especialmente porque ese momento, a los 28 del segundo tiempo, coronaba un gran pasaje de los argentinos, que se habían hecho dominadores del juego.

Pero tras la salida posterior, ni Joaquín Tuculet ni Tomás Cubelli pudieron patear y del scrum posterior sobrevino el descuento de Johan Goosen (23-20) en un error de la marcación argentina. Y enseguida, Juan Martín Hernández quiso salir con un kick, fue tackleado con lo justo y cometió penal por retención: Elton Jantjies empató con un penal (23-23). A dos del final, luego de otro penal, Sudáfrica encontró la victoria cuando Warren Whiteley sobró por la punta izquierda y apoyó contra la bandera.

La primera jugada del partido anticipó el tono que tendría el partido. De salida, Sudáfrica quiso salir jugando desde sus propias 25 yardas pero Manuel Montero rápidamente cortó el avance con un furibundo tackle. Los locales siguieron intentando y de tanto ir lograron el desequilibrio. Elton Jantjies se coló entre Ramiro Herrera y Juan Manuel Leguizamón y abrió el camino para el try de Ruan Combrinck, a los 7 minutos.

La situación parecía complicarse luego de la amonestación a Montero por levantar a un rival en un ruck (la séptima en siete partidos y la 11ª en los últimos 13 en contra de los Pumas) a los 21, pero allí sobrevino lo mejor. Una contra furibunda encabezada por una escapada de Facundo Isa en una punta, una corrida de Joaquín Tuculet y la definición de Matías Orlando en la otra: 13-10 arriba en 24. En el segundo tiempo, con el scrum un poco más controlado, sobrevino la montaña rusa de emociones.

Una derrota que deja un sabor amargo, por el resultado y por los errores propios que, más allá del poderío y la enjundia de los Springboks, terminaron derivando en la derrota. Del otro lado, queda una actuación que por largos pasajes fue positiva y en la que volvió a aparecer el poder ofensivo de los Pumas que deslumbró en el último Mundial. El sábado próximo tendrán revancha en Salta.