Conocé el Emirates Arena, el estadio vecino del Celtic Park que será sede de Gran Bretaña-Argentina

GLASGOW.- “De lo que pasó ahí, mejor ni hablar”. Matthew, el taxista que deja a LA NACION en la puerta del moderno Emirates Arena, hace todo lo posible para hacerse el distraído mientras cobra el viaje. A muy pocos metros del estadio cerrado donde se disputarán las semifinales de la Copa Davis entre Gran Bretaña y la Argentina, se encuentra otra mole de concreto, con mucha más tradición: el Celtic Park Stadium, donde el equipo de fútbol de camiseta a rayas verdes y blancas actúa como local y donde el sábado pasado goleó por 5-1 al otro conjunto de la ciudad, Rangers. Matthew es hincha de éste último club, claro.

El Emirates, magnífico pabellón elegido por Andy Murray y los otros británicos para recibir al equipo nacional, está ubicado en el distrito Parkhead. El complejo, construido para los Juegos de la Mancomunidad de 2014, tiene distintas especies de galpones con sistemas de aire acondicionado que sirven para la práctica de numerosas actividades deportivas. Atletismo, básquetbol, gimnasia, bádminton, fútbol sobre césped sintético. Aunque la actividad más ejercitada es sobre ruedas: el ciclismo. El velódromo es una de las instalaciones más populares. Así, en los pasillos internos del estadio, es como se llegan a cruzar, por ejemplo, Juan Martín del Potro con adultos y niños luciendo indumentaria y calzado para bicicletas de competición.

Gran Bretaña seleccionó este mismo escenario de la ciudad más poblada de Escocia en dos oportunidades durante la campaña del año pasado, cuando obtuvo con la Ensaladera. En la primera rueda ante los Estados Unidos (3-2) y en las semifinales frente a Australia (3-2). Los locales se sienten a gusto en el país donde nació la estrella del equipo y su hermano Jamie (en Dunblane, a 40 minutos en automóvil de Glasgow) y en un estadio que posee todas las comodidades y desde donde se puede observar la tribuna del Celtic Park a través de uno de los ventanales laterales. Durante el primer día oficial de entrenamientos, los argentinos fueron los primeros en pisar la superficie azulada. Los zurdos, Guido Pella y Federico Delbonis iniciaron el turno a las 9. Luego se sumaron los diestros, Del Potro y Leonardo Mayer. También el sparring, Marco Trungelliti. Todos coincidieron con que la superfice, formada por dos placas de madera y pintura acrílica, “es jugable”. Incluso, el tandilense la comparó con la que habitualmente se utiliza en el Masters de Londres, en el O2 Arena. “Me pareció similar a la del Masters. También puede ser por las medidas, porque hay mucho espacio en el fondo y en los costados, como en Londres. El tema de las luces también es similar; es todo muy azul. La cancha está bien”.

“La cancha es sobre madera y pica bajo, pero es lenta. La superficie está bien, nos hemos sentido cómodos en el primer entrenamiento”, contó el bahiense Pella. Y añadió: “Las luces encandilan un poco, más que nada cuando uno tira la pelota en el saque o cuando el otro tira una defensa alta y hay que pegar un smash, pero es algo que es así, las luces tienen que ir en algún lado, je. Por ahora, está todo impecable”.

El capitán, Daniel Orsanic, aportó: “Es una cancha rápida, en la que se puede jugar perfectamente. La doble capa de madera hace que pique baja”. Y el subcapitán, Mariano Hood, explicó: “Al tener dos placas de madera, la cancha es estable y pica en todos lados igual. En las semifinales con Bélgica, el año pasado, tenía sólo una placa y en algunos lugares era inestable, pisabas y parecía que se iba a hundir. Acá no pasa eso”.

Durante la primera rueda de este año, ante Polonia, en el Ergo Arena de Gdansk, los locales utilizaron una superficie que, tras un estudio de la Federación Internacional de Tenis, se comprobó que tenía una velocidad antirreglamentaria. Orsanic lo mantuvo en secreto y se los contó a los jugadores después del triunfo. Aquí, los argentinos no deberán preocuparse por la condición del court. Sólo por los jugadores que habrá del otro lado de la red.