Facundo Díaz Acosta, un inédito semifinalista del Argentina Open que utiliza la respiración y la meditación para aislarse de las presiones

El encierro por la pandemia, en 2020, les cambió la vida a todos. En diferentes escalas, claro. Como deportista profesional, el tenista Facundo Díaz Acosta, que dos años antes se había destacado en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires, logrando la medalla plateada en singles y la dorada en dobles, detuvo abruptamente su evolución. La imagen de él decepcionado, practicando contra un colchón en la puerta de su casa ya que no tenía permiso para salir a entrenarse, recorrió las redes sociales.

Hoy, tres años y medio después, el zurdo disfruta de su mejor momento. Por ahora 87º del ranking, avanzó a las semifinales de un ATP Tour por primera vez, al vencer en el Argentina Open al serbio Dusan Lajovic (58º) por 6-4 y 6-3. Este sábado, no antes de las 16, se medirá con Federico Coria por un lugar en la definición del domingo.

“Lo del colchón ya fue hace casi cuatro añitos... Trato de no acordarme mucho de esos momentos, porque fueron complicados”, apuntó el jugador entrenado por Mariano Monachesi. La semana pasada, en Córdoba, alcanzó los cuartos de final de un ATP por primera vez; pero ahora mejoró su registro. “De a poquito voy sintiéndome cada vez más parte de estos torneos. No avancé tanto cuando jugué antes. Por eso ahora son todas cosas nuevas. La semana pasada viví mis primeros cuartos de final, con muchos nervios. Son sensaciones nuevas a las que tengo que ir acostumbrándome. Ojalá sea el principio de muchas más actuaciones y eso sea más normal”, añadió.

“Relajación en el calor de la batalla”

Díaz Acosta tiene una rutina durante los descansos de los partidos que llama la atención: sentado, cierra los ojos y respira con profundidad. ¿Qué le aporta esa acción antes de volver a empuñar la raqueta y competir? “Empecé a trabajar con un coach mental hace unos años, creo que fines de 2021, y trato de escaparme un poquito de la realidad de ese momento con las respiraciones, cerrando los ojos, intentando estar en el momento presente y nada más. Es para buscar un poco de tranquilidad, de concentración, y tener los pensamientos firmes y que no se me vayan a cualquier lado. Estar en el momento que me toca para poder jugar todos los puntos”, explicó en la rueda de prensa ante una consulta de LA NACION.

Profesional desde 2018, Díaz Acosta hizo el clic tan anhelado en los últimos meses. Vale recordar que, en octubre pasado ganó la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Santiago, Chile. “No sé por qué hice el clic ahora... Fui madurando, fui aprendiendo un montón de derrotas, de momentos buenos y malos. Entonces fui creciendo, sintiéndome más confiado”, contó. Ya se aseguró un salto mínimo de doce posiciones en el ranking de ATP, hasta el puesto 75. Más allá del desenlace en el ATP de Buenos Aires, el jugador de La Lucila afrontará su primer cuadro principal de un ATP 500 la semana próxima, en Río de Janeiro.

Como último campeón panamericano, Díaz Acosta podría ser elegido para competir en los Juegos Olímpicos París 2024. La única manera de que el zurdo no esté en la competencia olímpica es que cuatro jugadores argentinos entren de forma directa por ranking individual y que él no sea uno de ellos. Hoy, en el ranking en vivo, está siendo uno de los mejores cuatro. El corte se producirá el primer lunes posterior a Roland Garros.

¿Cuáles son sus espejos? “Suelo mirar muchos videos de Rafa [Nadal], pero trato de ir sacando cosas de todos los jugadores, de agarrar un poquito de cada uno y no copiar solamente de Rafa. Pero si tuviese que elegir un modelo, elijo a Rafa, cien por cien”, concluyó Díaz Acosta, que este sábado tendrá el mayor desafío de su joven carrera.

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