Sebastián Báez le ganó a Tallon Griekspoor en Roma y consiguió su primer triunfo en torneos Masters 1000

No fue un partido más: Sebastián Báez logró la primera victoria en su carrera en cuadros de Masters 1000. Lo consiguió al superar al neerlandés Tallon Griekspoor por 6-3, 6-7 (7) y 6-2 en el debut del certamen de Roma. Concretado el trabajoso triunfo, el jugador nacido en Billinghurst, San Martín, recibió una ovación por parte de la ruidosa hinchada argentina que ocupaba las tribunas de la cancha 2 del Foro Itálico. “Olé, olé, olé, Sebaaa, Sebaaa”, escuchó el bonaerense, mientras levantaba sonriente los brazos. Si se trataba de ganar en certámenes Masters 1000, Nick Kyrgios lo había impedido en Indian Wells, Kamil Majchrzak en Miami y Pablo Carreño en Montecarlo. Ahora, cruzó esa barrera por primera vez.

Fue un intenso duelo de dos horas y 34 minutos, después de haber dejado pasar cuatro chances de match points en distintos momentos del partido. Lo que viene ahora será muchísimo más exigente, pero también representará una oportunidad para sorprender: jugará su próximo partido ante Alexander Zverev (3°), que viene de ser finalista el domingo último en Madrid y perdió con el español Carlos Alcaraz, la sensación del ATP Tour. Pero además, el alemán fue campeón en Roma en el certamen de 2017.

Conviene poner en contexto este nuevo éxito de Báez, porque acumula 8 victorias seguidas: cinco en el ATP 250 de Estoril -certamen que terminó adjudicándose-, dos de la clasificación para ingresar en el cuadro principal de Roma y el triunfo de este martes. El gran salto ya lo había dado en 2021, una temporada que no olvidará: comenzó siendo el 308° del mundo y brindó en la Navidad desde el ranking 98°. Pero demasiadas acciones ocurrieron en el medio: seis títulos en el Challenger Tour (la división inmediata por debajo de los ATP) y otras tres finales, con un total de 44 victorias en la categoría, una cifra récord para un Sub 20.

Arrancó este año formando parte de su primer main draw en un Grand Slam: participó en el Abierto de Australia. Y hace un par de semanas, Báez, uno de los mejores frutos de la nueva generación del tenis argentino, dio otro golpe: se consagró campeón en el Estoril Open (de categoría 250) y se sumó al extenso y rico listado de ganadores nacionales en el ATP Tour (33 jugadores, 226 títulos). El jugador de 21 años llegó al torneo siendo 59° puesto del ranking y apareció al lunes siguiente en el 40° lugar, después de cerrar una semana mágica sobre el polvo de ladrillo portugués al vencer al norteamericano Frances Tiafoe.

En febrero, en Santiago de Chile, el jugador entrenado por Sebastián Gutiérrez y preparado físicamente por el equipo de Sports Lab que lidera Martiniano Orazi (actual PF de Schwartzman, ex de Del Potro), alcanzó su primera final de ATP (cayó con el español Pedro Martínez). En marzo debutó, con autoridad, en el equipo de Copa Davis (éxito 4-0 ante la República Checa, en el BALTC). El mes pasado superó la clasificación del Masters 1000 de Montecarlo y jugó por primera vez en el cuadro principal. Y, allí, en Portugal, volvió a subir la vara, logrando el primer título ATP para un argentino en la temporada. Ahora, quiere extender su estadía en Roma, más allá de que se encontrará con un gigante de la actualidad como Zverev, ganador de 19 títulos en el circuito.