Un Challenger en Buenos Aires que tiene proyección a largo plazo

"El cuadro es muy competitivo. Este viejito tendrá que jugar un gran tenis para tratar de ganar los partidos". Pícaro, pero realista, Carlos Berlocq (32 años, 126° del ranking mundial) ilustró el capital que tendrá la Copa FILA, de la categoría Challenger, sobre polvo de ladrillo y con US$ 50.000+H en premios, que se disputará entre el lunes próximo y el domingo 15 en el Clú, en Saavedra.

Además del jugador nacido en Chascomús, el main draw incluye a las mejores raquetas nacionales, quitando a Leonardo Mayer: Federico Delbonis , Diego Schwartzman , Guido Pella , Horacio Zeballos, Facundo Argüello , Facundo Bagnis y Machi González, entre otros. También contará con un puñado de extranjeros, como Damir Dzumhur (Bosnia), Joao Souza (Brasil; aquel del partido maratónico de la Copa Davis ante Mayer), Pere Riba (España) y los británicos James Ward y Kyle Edmund. Mariano Ink, director del torneo, anunció que los wild cards serán destinados a los argentinos Guido Andreozzi, Tomás Lipovsek y Juan Ignacio Londero; el cuarto invitado sería para otro local, Marco Trungelliti, aunque dependerá de los cambios que pueda sufrir la lista original. El certamen, organizado por Exxia Sport Management, se transmitirá de lunes a viernes a partir de las 18.30 por DXTV y presenta un pintoresco court central con tribunas tubulares con capacidad para 1300 personas -la venta de localidades es a través de Ticketek-.

En la actualidad, por la diferencia con el dólar, no es nada sencillo organizar un certamen de tenis internacional en la Argentina. Ello habla del valor agregado que tendrá el Challenger porteño. Además, según la organización, proyectado, al menos, por cinco temporadas y con un aumento progresivo de puntos y de premio económico. "Tenemos muchas expectativas hacia adelante. Queremos ayudar a desarrollar el tenis", explicó Brian Handley, presidente del Grupo Dass, que en la Argentina comercializa a FILA.

"Cuando le presentamos el proyecto del torneo a la ATP entendió que era de largo plazo y lo aprobó. La semana próxima, además, es muy interesante, porque no se juega ningún ATP 500 o 250, lo que permite que muchos jugadores estén compitiendo en Buenos Aires", añadió Ink. Sí habrá cinco certámenes del Challenger Tour: en Ortisei (Italia, ? 64.000), en Bratislava (Eslovaquia, ? 85.000), en Kobe (Japón, US$ 50.000), en Mouilleron Le Captif (Francia, ? 64.000) y en Knoxville (EE.UU., US$ 50.000).

Trece títulos individuales de Challenger conquistaron los argentinos en 2015. Berlocq, que ganó uno (San Pablo), es el que más coronas tiene en nuestro país, 16, junto con Machi González. Ambos podrían desempatar en el Clú. "No es la categoría más alta del circuito, pero sí es muy importante, porque nos da la posibilidad de sumar puntos y jugar los grandes torneos -afirmó Berlocq-. Todos los que participamos en los Challengers tenemos sueños, como pasar al máximo nivel. Y jugar en nuestro país será una gran motivación".