Tiger y un regreso impensado: grandes historias de superación y resiliencia
El deporte, cada tanto, regala emocionantes historias de superación, obsequia mágicos cuentos de resiliencia. Casos de atletas exitosos que parecían terminados (por lesiones, doping, accidentes, depresión) y, sin embargo, se ponen de pie y se rehabilitan para volver a conmover, ocurren en cuenta gotas. Pero cuando afloran, dejan una huella, iluminan. Tiger Woods, campeón a los 43 años del Masters de Augusta, once temporadas después de su último trofeo en un Major, se ganó un sitio de privilegio. El golfista, uno de los atletas más influyentes de todos los tiempos, regresó del infierno: lesiones, cirugías, severos problemas personales. Vale la pena repasar otros casos de deportistas que hayan resucitado.
Niki Lauda podría invitar una tarde a Tiger a tomar algo e intercambiar vivencias. El austríaco (hoy, de 70 años) fue campeón de Fórmula 1 en 1975, pero en agosto de 1976 padeció un accidente en Nürburgring que convirtió su Ferrari en una bola de fuego, provocándole graves quemaduras en el cuerpo y el rostro, fracturas e intoxicación. Llegó a recibir la extremaunción y estuvo cuatro días en coma. Pero tuvo una recuperación milagrosa, a los 40 días del accidente volvió a conducir –con vendajes en la cabeza–. En 1977, con Ferrari, se consagró campeón. Se retiró en el ‘79, volvió en el ‘82 y en 1984 salió campeón otra vez, con McLaren.
El tenis tiene un puñado de historias maravillosas. Como la del austríaco Thomas Muster, que antes de jugar la final de Miami 1989 fue atropellado por un conductor borracho, estuvo meses en silla de ruedas, logró volver al deporte, ganó Roland Garros en 1995 y fue Nº 1 en 1996.
Aunque si se trata de resiliencia, nada como Juan Martín del Potro: tres cirugías de muñeca izquierda entre 2014 y 2015 lo pusieron al borde del retiro, angustiado. Pero, como 1042º del ranking, volvió a competir en 2016, año en el que terminaría ganando la Copa Davis, la medalla plateada en Río y el título de Estocolmo. En 2018, ocho años después de ser 4º del mundo por primera vez, alcanzó su mejor posición histórica: 3º.
El básquetbol tiene, en Michael Jordan, un monumento al renacimiento. El Nº 23 de los Bulls dejó la actividad en 1993, después de ganar tres anillos de la NBA (1991, 1992 y 1993), alegando que no disfrutaba jugar como antes. Además, la muerte de su padre –asesinado en un robo– influyó en su decisión. Jugó dos temporadas al béisbol en ligas menores y reapareció en la NBA en 1995. Con el Nº 45, Jordan colaboró con los Bulls, pero el equipo perdió en playoffs con Orlando. La mejor versión de MJ volvería pronto y los Bulls fueron campeones en 1996, 1997 y 1998.
Ronaldo fue uno de los atacantes más explosivos de la historia. Brasil perdió la final de la Copa del Mundo 1998 ante Francia y, tiempo después, se supo que O fenômeno había sufrido convulsiones antes del partido. En 2000, sufrió una lesión de gravedad en la rodilla derecha (se le rompió el tendón rotuliano). Tras seis meses de inactividad, regresó, pero volvió a dañarse la misma rodilla y estuvo más de un año ausente del fútbol. Se recuperó. Y en 2002 fue la gran figura del pentacampeonato de Brasil en el Mundial.
Michael Phelps, el mejor nadador de la historia, reveló que sufrió episodios depresivos en su carrera y que pensó en el suicidio después de Londres 2012. Tuvo problemas con drogas y alcohol. Pero en Río 2016 ganó seis medallas, cinco de oro y una plateada (terminó su carrera con 28).
El boxeo tiene varios regresos conmovedores. Uno de los máximos es el de Sugar Ray Leonard que, en 1987, luego de tres años alejado del ring por un desprendimiento de retina, derrotó a Marvin Hagler (era el mejor del momento), en un duelo memorable, en Las Vegas.
LA NACIONMás leídas de Deportes
Un festejo alocado. La corrida viral en el fútbol saudí del DT especialista en salvar equipos del descenso
La niña que quería escalar. Un grupo de rugbiers le enseñó que su silla de ruedas no era una barrera... y llegó a lo más alto
Lo que se sabe. Cuándo se juegan los octavos de final de la Copa Libertadores 2024