Tres toques

Patricio Yáñez (54 años), Iván Zamorano (48) y Marcelo Salas (40) tiran paredes en una cancha imaginaria. Son tres referentes históricos de un seleccionado que pretende terminar de transformarse y, en el día del debut en "su" Copa América contra Ecuador, disparan tres remates que salen de sus bocas y no de sus pies.

"Eso de la altura de los futbolistas es relativo. Hay jugadores de 1,88 que en el vestuario miden 1,78 y cuando salen a la cancha parecen de 1,68", toca Pato.

"Al equipo le falta gol y no se soluciona con falso 9. O sos 9 o no sos 9. Eso sí, tanta experiencia en el exterior, marca la diferencia", frente a Bam Bam.

"Esta generación de futbolistas chilenos es mejor que la mía. Es el momento de reconfirmar esa estirpe", anticipa el Matador.

El trío tira, a su manera, los tres karmas contra los que lucha este buen equipo de Sampaoli.

1) La falta de altura. Así como lo relativizó Yáñez, puede relativizarse el camino por donde Ecuador pudo hacerle daño. Más por los desbordes por afuera, allí por donde la desequilibrante habilidad de Montero aprovechaba los espacios que Isla le dejaba en sus naturales excursiones, más por las propias tensiones convertidas en desatenciones, que por la vía áerea.

2) La falta de gol. Bastaron 3m15s para entender que ese sí es un problema. La elaboración de juego que puede proveer, gracias a la precisión de Valdivia, la ductilidad de Vidal y la habilidad de Alexis, se diluye en la indefinición. Fue justamente Alexis, ni 9 ni falso 9, el que desaprovechó dos oportunidades. Y fue necesario Pitana, que vio penal donde hubo mancha para romper el maleficio.

3) La falta de estirpe. Bravo, Medel, Vidal, Alexis ya están lejos de tatuarse un casi gol. Son futbolistas de jerarquía internacional, capaces de darle la razón a Salas, de aceptar la lógica observación táctica de Zamorano (Vargas es más compañía para Alexis) y de darle la razón a Yáñez: la altura es otra cosa. Por lo pronto, le hizo un gol a la ansiedad.