El mejor impulso para los discípulos de Julio Velasco
Una nueva victoria contra Bulgaria levanta el espíritu para la Copa Panamericana
Las mejores sensaciones del final de la Liga Mundial para la selección argentina de voleibol se coronaron ayer con el triunfo ante Bulgaria por 3-1 (25-16, 25-21, 23-25 y 25-19) en el estadio Orfeo de Córdoba, que entregó al equipo de Julio Velasco un impulso anímico y deportivo de cara a la recta final de la temporada internacional.
Tras la histórica victoria del sábado ante Brasil y la alegría repetida frente a Bulgaria (ya le había ganado durante la primera semana en Kazán), este equipo en construcción terminó su participación en esta edición de la Liga Mundial con tres triunfos y seis derrotas (tres de ellas en tie-break).
La alegría ante los búlgaros certificó que el equipo mantuvo un buen rendimiento que logró plasmar en triunfos en esta última semana.
En los apuntes que dejaron estos nueve partidos oficiales figura la ratificación de un gran nivel en posiciones clave como son las de armadores, centrales, receptores-punta y líbero, sumado a la constante búsqueda por fortalecer un opuesto decisivo.
Los desafíos de esta primera temporada post-Río 2016 tendrán recién luego de la Liga Mundial, la oportunidad de lograr el gran objetivo del año: la clasificación para el Mundial de Italia y Bulgaria del año próximo.
Antes de afrontar la doble oportunidad de asegurar su plaza mundialista, Velasco y su cuerpo técnico tendrá un último banco de pruebas: la Copa Panamericana que se disputará del 23 al 31 de julio en Canadá. La intención será aprovechar este torneo continental de una semana para ensayar las últimas variantes antes de definir el plantel que afrontará el Sudamericano de Santiago de Chile, en agosto, y el Premundial de Salta y Jujuy, del 29 de agosto al 3 de setiembre.
Las posibilidades de conseguir el pasaporte al undécimo Mundial consecutivo, con asistencia perfecta desde Italia 1978, son lograr el título sudamericano en Santiago de Chile o imponerse como local en el Premundial.
La selección argentina ya se aseguró su permanencia en la Liga Mundial que, luego de tres temporadas, volverá a cambiar su formato, con una única categoría para 16 equipos y un grupo de elite de doce, entre los que figura Argentina, que tendrían garantizada su plaza por siete años.
De cara a la búsqueda de mantener el roce internacional con los mejores del mundo, una competencia anual al máximo nivel facilitaría el añejo anhelo de ingresar y mantenerse en la elite de los cuatro mejores del mundo.
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