Javier Weber quebró una racha con Bolívar y piensa a largo plazo

Luego de conquistar el séptimo título en Bolívar y el primero desde su vuelta para terminar con una hegemonía de seis campeonatos de UPCN, Javier Weber disfruta de su momento de tranquilidad y relax antes de encarar un proyecto de cuatro años con las Águilas.

El ex entrenador de la selección argentina recibió a lanacion para analizar no sólo la actualidad del flamante campeón del torneo nacional sino también el futuro del equipo y su relación con Marcelo Tinelli, presidente del club.

- ¿Cuáles son las sensaciones de volver a festejar un título con Bolívar tras seis años de hegemonía de UPCN?

- En principio es una sensación claramente que la deseaba y anhelaba mucho. Desde mi regreso desde Rusia estuvimos cerquita las dos veces anteriores y, en realidad, los tres campeonatos fueron muy parecidos. Esta vez la condición local, el último partido jugado en gran nivel y todo fue realmente muy lindo… y si queríamos que la película termine de una forma, terminó de la mejor: jugando en casa, con un estadio que nunca estuvo tan lleno y con tanta gente que quedó afuera y una gran expectativa que tuvo la suerte que el equipo jugó sino el mejor, uno de los tres mejores partidos del año en la quinta final. Le estuvimos pegando en el palo los últimos dos años para llegar a esta fiesta maravillosa.

- ¿Qué virtudes destacaría del plantel campeón a lo largo de la temporada?

- Fue un equipo maduro, irregular que aprendió a convivir con las deficiencias y que puso las virtudes, a nivel de equipo, por encima de todo. Primero a nivel individual cada uno puso lo mejor que tenía en función del equipo por más que no sea una situación personal favorable. Y el equipo aprendió a convivir con las deficiencias que era la irregularidad, ya que pasábamos de jugar muy bien a muy mal en poco tiempo, o una derrota inesperada que no logró alterarnos, fundamentalmente en la segunda parte del año.

- ¿Y en los distintos fundamentos cómo se define este Bolívar campeón?

- Este fue un equipo preparado para jugar a algo que hasta el momento mis equipos de Bolívar nunca habían tenido en una ideología mucho más europea que latinoamericana con gente muy alta y un estilo más lento apostando mucho más al bloqueo y no tanto al volumen de juego. Los últimos dos años sufrimos mucho a Nikolay Uchikov (el opuesto de UPCN) y decidimos tener jugadores con características más de bloqueo para poder frenarlo durante la temporada y tener un equipo más agresivo desde la altura del ataque más que de la velocidad del juego.

- El título de Bolívar coincidió justo en la semana de la renuncia de Marcelo Tinelli al fútbol ¿cómo viviste ese momento teniendo en cuenta la relación que tenés con él?

- Marcelo es el mejor dirigente deportivo que tiene la Argentina, sin dudas. Y está demostrado no sólo por lo que hizo, lo que hace, sino también por lo que transmite de una estructura deportiva para ser ganadora. El título de Bolívar coincidió con un momento complicado de su vida, pero el voleibol siempre lo manejó de la misma manera: es el presidente y dueño del equipo que arma conmigo el plantel, quiere saber todo y estuvo siempre presente en cada momento de la temporada. Es muy difícil encontrar un dirigente deportivo que tenga las cosas tan claras: tanto la estructura como el equipo.

- ¿Cuánto influyó en tu decisión de renovar por cuatro años más con Bolívar?

- Ciento por ciento. Yo me siento identificado con Marcelo porque es el número 1 y siento que tengo todo el respaldo, tanto en las derrotas como en las victorias, porque es un proyecto a largo plazo donde el objetivo es superarnos año tras año. Tenía una oferta muy importante de Brasil (Tabuaté), un país que quiero muchísimo que ha sido muy importante en mi vida, pero me senté con Marcelo y decidimos mirar para adelante.

- ¿Cuál es la sensación de planificar un proyecto a largo plazo en una sociedad deportiva argentina no acostumbrada a estas situaciones?

- Si lo vemos en otros deportes seguramente no, fundamentalmente comparado con el fútbol. Este será un proyecto a largo plazo con objetivos cortos para luego pensar en el final. Uno debe sembrar para luego construir un equipo ganador. Me saco el sombrero con el River de Gallardo, porque no siempre ha jugado espectacular y sin embargo la dirigencia siempre tuvo las cosas bien claras de los mini objetivos, que algunos se consiguieron y otros no pero la estructura y el rumbo siempre fue superador. Y Bolívar es así: se construye un equipo para ganar sabiendo que habrá piedras en el camino. A nosotros nos tomó tres años volver a conseguir un título.

- A nivel de proyecto de tu carrera como entrenador. ¿Cómo se asimila esta perspectiva de largo plazo?

- La estructura de cuatro años te permite trabajar con tranquilidad sabiendo que las perspectivas de cada temporada es ir ganando los distintos torneos. En lo particular me encanta tener la posibilidad de construir una ideología de club, equipo y juego. Volver a jugar un Mundial de Clubes, estar clasificado para el Sudamericano y la intención de repetir el título de Liga son los objetivos inmediatos y nos queremos acercar a ser uno de los mejores clubes del mundo.

- ¿Luego de estos cuatro años en Bolívar tu idea sería volver a tener una experiencia en el exterior o pretendés buscar la revancha en la selección?

- Mi idea y mi cabeza está en Bolívar por cuatro temporadas más en un proceso bien largo y después veremos. Todos saben que para mí la selección es lo más importante de todo, tuve mi momento y me siento orgulloso de lo que se hizo y ahora es el momento de otro entrenador.

- ¿Cuál debe ser el paso siguiente que debe dar la Liga Argentina para seguir creciendo?

- La liga es un producto que en los últimos once años han sido monopolizados por Bolívar, con cinco títulos, y UPCN, con seis, y salvo raras excepciones ambos han jugado las finales. Hay equipos que han crecido como Lomas o Ciudad y otras franquicias que necesitan un salto de calidad como Gigantes, Alianza Jesús María o UnTref. Hoy la Liga argentina es seguida en Italia, Rusia y países importantes que siete años atrás no la tenían en su radar. Hoy la plaza argentina es importante y atrae a grandes jugadores de máximo nivel con un voleibol muy técnico.

- ¿Es una preocupación no lograr estabilizar a los jugadores argentinos que se exportan a las principales ligas de Europa?

- Considero que ir a jugar a Europa a equipos que no son de punta supone situaciones o condiciones similares a las que pueden ofrecerse en la liga argentina. Entonces hoy hacer un contrato en el quinto equipo de Polonia y hacerlo en Lomas, Bolívar o UPCN no supone diferencias grandes tanto a nivel económico como de juego. Por eso hay experiencias de uno o dos años para luego regresar al ámbito local. En los últimos años hemos tenido a Facundo Conte, Nicolás Uriarte, Luciano De Cecco y Sebastián Solé en los mejores equipos de Europa: es decir cuatro de siete titulares bien posicionados e inclusive Alexis González podría hacerlo al primer nivel si quisiera. Está claro que no tenemos doce jugadores en la elite como lo tiene por ejemplo Francia, pero creo que hemos dado un salto de claridad. El mercado europeo no es fácil.

- ¿Cómo observas como ex técnico de la selección argentina la renovación en el equipo nacional?

- Creo que la renovación va a ir llegando de la mano de los mejores jugadores que tiene el país, por ejemplo Ciudad apuesta a las bases y hace un muy buen trabajo con los juveniles, que son la base de los seleccionados menores y juveniles. Sin embargo, la proyección de juvenil a la mayor no es automática sino que supone un paso intermedio que es la Sub 23. Camada como la actual con Luciano (De Cecco), Facundo (Conte), Rodrigo (Quiroga), Sebastián (Solé), Pablo (Crer) que me tocó impulsar en 2010 no se dan todos los días… sino que se va a dar de una forma más paulatina. Creo que Argentina tiene más futuro técnico y tendría que estar en la búsqueda de posiciones clave como el opuesto sin descuidar el futuro del armado.

- ¿Cuál es la apuesta que debe hacer Argentina para genera un opuesto fortalecido para la selección? ¿Y en el futuro del puesto de centrales?

- Los centrales no es fácil por altura o características del argentino pero hay futuro por ejemplo con el chico Agustín Loser, que tuvo una Liga extraordinaria con muy buenas características. Con el tema del opuesto hay que hacer una elección y una opuesta clara desde chico, que fue lo que intenté hacer con Marcos (Milinkovic) en 2013 en una posición donde a lo largo de la historia tuvimos dos destacados como fueron Raúl Quiroga y el propio Milinkovic, con algunos buenos jugadores como el Zurdo Darraidou.

- ¿Cuál es tu opinión del ciclo Velasco al frente de la selección y cuáles son las expectativas del nuevo proyecto hacia Tokio 2020 con el mismo entrenador?

- Argentina ha mantenido la posición a nivel internacional de los últimos años entre las mejores ocho y sin ingresar en el Top 4, y se ha ganado una medalla panamericana en Toronto que fue muy importante. En los Juegos Olímpicos ha jugado bien pero no ha llegado más lejos de lo que llegó en Londres 2012. Desde mi punto de vista las condiciones de estos jugadores que comenzaron en 2010 estaban claramente apostadas a Río 2016 para lograr una medalla. En el nuevo proceso olímpico se buscará un equilibrio donde habrá que tener paciencia en los primeros años hasta que se conforme un equipo de cara al Mundial del año que viene y más a largo plazo a Tokio 2020.

- Argentina se ha transformado en un gran exportador de entrenadores al mundo ¿cómo analizás este proceso?

- Como se dice que Brasil, Rusia y Estados Unidos se dice que tienen una escuela de juego de voleibol, Argentina tiene una escuela de entrenadores que recorren el mundo y están en la elite. Comparto muchas cosas con Daniel Castellani, que es un enorme entrenador, y seguramente hoy el número uno es Marcelo Méndez porque es una persona que ha ganado un montón de veces en Brasil y es tricampeón mundial. Después tenemos muchos entrenadores que han marcado historia como Julio Velasco o Raúl Lozano. Además hay otros ejemplos como Juan Manuel Barrial, dirigiendo en Europa hace mucho tiempo y ahora en la selección de Hungría, u Horacio Di Leo. ?