Meta AI agrupó las peores costumbres en cinco categorías: alimentación, sueño, sedentarismo, una pobre gestión del estrés y hábitos sociales
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Los acelerados tiempos del trabajo pueden llevarnos a adoptar hábitos perjudiciales para la salud, de acuerdo a la inteligencia artificial (IA) de Meta. La IA, de acuerdo a estudios científicos de prestigiosas entidades a nivel mundial, agrupa los peores en cinco categorías: alimentación, sueño, sedentarismo, una pobre gestión del estrés y hábitos sociales.
Hábitos alimenticios
El consumo de alimentos y bebidas procesadas -que suelen contener grandes cantidades de grasas saturadas, sal y azúcares añadidos- puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes tipo dos y obesidad. Así lo constata un estudio publicado por BMJ, la revista médica de la Asociación Médica Británica.
Por su parte, los alimentos fritos y grasosos también producen efectos similares en la salud, según un estudio de la American Heart Association publicado en 2019. El documento determina que las grasas trans y otros compuestos tóxicos que se generan durante la fritura conducen a un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca.
En el caso del alcohol, un análisis difundido en The Lancet encontró que hasta el consumo moderado aumenta el riesgo de desarrollar cáncer y enfermedades del hígado.
El no consumir frutas y verduras frescas es otro de los peores hábitos para la salud, según la IA. Se trata de alimentos ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, lo que los convierte en esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. No incluirlos en nuestra alimentación diaria puede llevar a deficiencias nutricionales y, en paralelo, debilita el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y afecta la digestión debido a la falta de fibra.
De hecho, un estudio global de The Lancet, difundido en 2019, demostró que un bajo consumo de frutas y verduras está relacionado con millones de muertes prevenibles anualmente por enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Hábitos sedentarios
No realizar actividad física es de los hábitos más perjudiciales. Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que las personas que no realizan ejercicio físico regular tienen un mayor riesgo de mortalidad, especialmente, por enfermedades cardíacas y cáncer. Para evitar tales efectos sobre la salud, la OMS recomienda a los adultos realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
Las enfermedades cardiovasculares y cáncer también están vinculados a pasar más de cuatro horas sentado por día. En números concretos, un análisis publicado en Archives of Internal Medicine evaluó a más de 200.000 personas y encontró que aquellos que pasaban más de cuatro horas al día sentados tenían un 40% mayor riesgo de muerte en comparación con quienes estaban sentados menos tiempo.
Bajo esta línea, tomar descansos moverse es fundamental. Una investigación de la American Journal of Preventive Medicine, publicado en 2015, sostiene que tomar pausas frecuentes durante largos períodos de sedentarismo mejora la salud cardiovascular y reduce los niveles de glucosa y colesterol en sangre. Además, puede llevar a tener menores niveles de inflamación, de acuerdo a un informe de la Universidad de Queensland sobre pausas y salud metabólica.
Hábitos de sueño
Una mala calidad de sueño puede repercutir en nuestro estado físico y emocional. Por ejemplo, un estudio publicado en Journal of Clinical Psychiatry mostró que la falta de sueño está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.
En paralelo, conduce a desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad, de acuerdo a un informe de Sleep, de 2010.
Para dormir siete horas es necesario establecer un horario de sueño regular y no utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir. De lo contrario, la luz de las pantallas puede generar problemas de insomnio, fatiga diurna -especialmente en adolescentes-, así como también alterar los niveles de alerta mental y el ciclo del sueño, según un estudio publicado en Journal of Clinical Sleep Medicine, en 2016.
Estrés
El impacto del estrés sobre la salud es inmenso, de acuerdo a diferentes informes médicos y científicos. Un estudio de The Lancet encontró una relación clara entre el estrés psicológico crónico y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
No gestionar el estrés también puede repercutir en la salud intestinal y provocar, por ejemplo, el síndrome del intestino irritable y úlceras gástricas, según una investigación del Journal of Physiology and Pharmacology.
Una buena herramienta para manejar el estrés es tomar descansos para relajarse. Si no se incorpora este hábito, el cuerpo tenderá a agotarse mentalmente, lo que conduce, a su vez, al riesgo de ansiedad, depresión y fatiga crónica.
Hábitos sociales
Fumar y consumir tabaco representa un gran riesgo para la salud, destaca la IA de Meta. El tabaquismo es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, las relaciones sociales son clave para lograr una vida saludable. Así lo afirma un análisis de la revista científica internacional Heart, realizado en 2016. Allí, se determina que el aislamiento social y la soledad están asociados con un aumento del 29% en el riesgo de enfermedades coronarias y un 32% en el riesgo de accidentes cerebrovasculares. A su vez, la falta de interacción social aumenta el estrés y las respuestas inflamatorias que dañan el sistema cardiovascular.
Bajo esta línea, una investigación de Journal of Behavioral Medicine, de 2015, reveló que el estrés crónico, causado por la falta de límites adecuados, puede llevar a problemas de salud física como insomnio, trastornos digestivos y aumento de la presión arterial. Por este motivo, los expertos recomiendan establecer límites en todos los vínculos sociales.
Ranking
Son cientos los hábitos que pueden dañar nuestra salud. Por esta razón, es fundamental saber detectarlos y comenzar a implementar cambios al respecto. A los que se le debe prestar mayor atención, según la IA, son:
- Fumar y consumir tabaco
- Consumir alimentos procesados y ricos en grasas saturadas
- No realizar ejercicio físico regularmente
- Dormir menos de siete horas por noche
- No gestionar el estrés de manera efectiva
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