Recomiendan una estrategia integral que va desde mantener el lote libre de malezas, sembrar refugio hasta llevar adelante un monitoreo
La Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (Aappce) informó que junto con la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) destacaron la necesidad de que productores y asesores adopten un correcto manejo de los cultivos con tecnología Bt para evitar la resistencia de insectos en el corto y mediano plazo.
El cuidado y el manejo de la resistencia de insectos en los cultivos Bt desde un enfoque integral y sustentable, detallaron desde las entidades, comienza mucho antes de la siembra. Al respecto, remarcaron que “mantener el lote libre de malezas evita que larvas grandes que se alimentan de éstas migren al cultivo Bt”.
También indicaron que se necesita “seleccionar tecnologías de acuerdo con la fecha de siembra y plaga principal”.
“Para maíz Bt, sembrar refugio en el 10% del lote, según las recomendaciones de ASA y su Programa de Manejo de Resistencia de Insectos (programamri.com.ar), que incluye hacer un manejo adecuado del refugio y respetar los objetivos del mismo (generar individuos susceptibles para que se crucen con los resistentes generados en la porción del lote Bt)”, indicaron.
Agregaron “monitorear periódicamente el lote, tanto en el refugio, como en la porción destinada a Bt”. Además, “utilizar los umbrales de acción a la hora de decidir la intervención”.
“De ser necesaria una aplicación de insecticidas, rotar modos de acción. Elegir insecticidas de bajo impacto ambiental y que no afecten a los insectos benéficos”, precisaron.
Entre otros puntos, consignaron “hacer rotación de cultivos y rotar las proteínas Bt utilizadas”. También “aumentar el control biológico mediante prácticas que favorezcan los insectos benéficos”.
Por otra parte, consignaron el “uso y/o consulta de trampas de feromonas en la zona para detectar la presencia y evolución de las principales plagas”.
Recomendaron “contactar al proveedor de las semillas ante un caso de daño inesperado en las tecnologías que hoy presentan buen control de plagas”.
“La experiencia acumulada indica que el éxito y sostenibilidad de la tecnología Bt por sí solos no pueden garantizarse. La dimensión biológica y técnica del fenómeno necesariamente va de la mano de las prácticas culturales. Existe la percepción en productores y asesores de que las tecnologías durarán para siempre, o que una nueva proteína Bt va a salir al mercado cuando se genere resistencia a las actuales. Esta imagen tiene como consecuencia una desatención generalizada que ha llevado a un mal uso de la tecnología en cuestión, pudiendo acelerar la generación de resistencia de insectos perdiendo así la ventaja del control y poniendo en riesgo otras proteínas Bt”, alertaron en un documento.
“El mayor desafío es lograr que toda la cadena, desde la industria semillera hasta el productor se comprometan en realizar lo necesario para que la biotecnología perdure en el tiempo. A nadie le conviene lanzar un nuevo evento y que dure cuatro campañas”, afirmó Martín Galli del Nodo Aappce Este de Santiago del Estero y Norte de Santa Fe.
Destacó que parte importante del manejo sostenible de un lote de maíz Bt involucra al productor y su apuesta por el monitoreo que debe comenzar previo a la siembra con un correcto manejo de las malezas que comparten plagas objetivo del cultivo a implantar.
Desafíos
Diego Álvarez, socio de Aappce en el Nodo Norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe, señaló: “El desafío para evitar resistencias de insectos es sensibilizar e incentivar al productor y al asesor para que realicen y monitoreen refugios para que las biotecnologías perduren; si no esto será como una rueda sin fin: van a ir apareciendo nuevos eventos biotecnológicos pero serán dominados nuevamente por las plagas. Entonces, más allá de que elijamos una mejor proteína Bt o no, el punto de partida es la concientización del buen uso, seguimiento y cuidado del refugio”.
Fabiana Malacarne, gerenta de asuntos regulatorios de ASA, destacó: “Lo fundamental es saber cuáles son las plagas blanco de cada híbrido Bt”. Agregó como desafío “encontrar nuevas proteínas con diferentes modos de acción y lograr el correcto cuidado de ellas una vez que están en el campo”.
En este contexto, Pablo Angelotti del Nodo Aappce Entre Ríos resaltó la necesidad de comprender para el trazado de los planes de monitoreos que no todas las proteínas controlan las plagas de la misma manera.
“Hay proteínas que todavía siguen controlando, otras que tienen controles parciales y otras con menor eficacia. En algunas requieren realizar tratamientos y en otras no. Por eso es importante esta diferenciación que redundará en hacer aplicaciones correctas”.