“Modelo de generación y transferencia de tecnología”: el instituto cordobés que marca el rumbo en la producción del campo

El recuerdo del último congreso de Aapresid todavía está caliente. Y resulta inevitable recordar el comienzo de esta práctica de tecnología de procesos que comenzó a tener visualización allá por septiembre de 1977 con la primera reunión técnica de cultivos sin labranza, organizada por el INTA de Marcos Juárez, tecnología que hoy se adopta en más del 90% de la superficie del país.

Pero recordar al INTA de Marcos Juárez solo por haber sido punta de flecha en ese solo aspecto de la producción agropecuaria de Sudamérica, sería injusto para con todo lo demás que siguió aportando. Se vivía la gran revolución de las pampas de la mano de incorporación del cultivo de soja en el país y ahí también la estación experimental pisó fuerte de la mano de nuestro sensei en el cultivo, el gran Héctor Baigorri, que no solo fue el creador y artífice de la red de evaluación de cultivares de soja (Recso), sino también ese extensionista a campo que amablemente y con su birome y papel nos dibujaba en qué fecha y qué grupo de madurez nos convenía en cada lote del cual se le consultaba.

La innovación continuó siendo parte del ADN de la experimental y, por ejemplo, hoy el Grupo de Soja estableció 15 convenios con empresas para la producción y comercialización de harinas con calidad diferenciada. El laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas, coordinado hoy por Leticia Mir, lidera un grupo de trabajo que es el mayor aportante de datos e información sobre el estado de la producción agrícola de la zona pampeana y extrapampeana cada campaña y es base de todos los informes de las demás instituciones con sus Relevamiento de la Calidad de Trigo en el área pampeana y extrapampeana y el Relevamiento también de calidad de soja (nivel de proteínas).

Por su ubicación, a tan solo 20 kilómetros de la sede de la Fiesta Nacional del Trigo, Leones, también hace su aporte al cultivo desde sus comienzos, formando parte de la Red de Ensayos de Trigo junto a INASE (RET) de la zona triguera norte, donde se relevan enfermedades frecuentes y emergentes y sus posibles controles. A su vez, posee un programa de mejoramiento de triticale para evaluación de cultivares doble propósito.

Hoy, desde el área de investigación en recursos Genéticos y Biotecnológicos se trabaja con el Banco Activo de Germoplasma de Trigo y Soja y el uso de técnicas de bioinformática y biotecnología para la caracterización del germoplasma del banco y del programa de mejoramiento con participación en la secuenciación del genoma de trigo. Además, se aborda la utilización de marcadores moleculares para la caracterización del germoplasma en caracteres de adaptación y de comportamiento sanitario. También se trabaja con mutagenesis en trigo, soja y sorgo y es la plataforma de Speed breeding para el adelanto de generaciones en el Programa de Mejoramiento de Trigo.

En la actualidad, la Red de Maíz de INTA Marcos Juárez es un claro ejemplo de cómo se puede construir la mayor red de evaluación de materiales a campo con tecnología de productor, en alianza entre las empresas participantes, investigación y extensión con técnicos y productores. Hoy, la Red evalúa más de 30 híbridos todas las campañas en fechas tempranas y tardías en más de 14 ambientes contrastantes del territorio.

El grupo de producción porcina de la experimental a cargo de Jorge Brunori no solo trabajó y lo siegue haciendo en el acompañamiento del crecimiento del sector, sino que también tiene un aporte insoslayable en el sostén del pequeño productor, que sigue siendo el que mayor cantidad de actores comprende dentro de la cadena. Es este grupo el responsable de la organización de la mayor muestra integral del sector porcino del país, Fericerdo, donde asisten más de 10.000 personas en cada muestra.

El equipo de Bovinos del INTA Marcos Juárez viene abordando desde hace años el desarrollo de recursos forrajeros para ambientes con limitantes ambientales. Dando una respuesta concreta a las problemáticas enfrentadas por los productores de la pampa húmeda que con el progreso de la agricultura en las áreas más productivas término “corriendo” la actividad a ambientes cada vez más complicados. A su vez se trabaja también entre sus objetivos la mejora de los índices reproductivos de los rodeos mediante la aplicación de biotecnologías reproductivas.

El Área de Suelos, Producción y Protección Vegetal tiene entre sus logros poseer los ensayos de larga duración más antiguos a nivel nacional (46 años) sobre secuencias de cultivos y sistema de labranzas.

La lista de actividades es mucho más extensa y estoy seguramente siendo injusto con mucha gente y actividades que se desarrollaron y se siguen haciendo desde la experimental de Marcos Juárez hoy conducida por el ingeniero Guillermo Gerster. Pero es bueno destacar que el INTA es un modelo de generación y transferencia de tecnología al servicio de la producción argentina muy valorado no solo fronteras adentro sino también en el exterior, donde no existe un modelo similar en ningún país del mundo. Y es en este marco donde el INTA Marcos Juárez viene aportando su granito de arena desde hace más de 60 años.

El autor es técnico del INTA Marcos Juárez