Tras nuevas subas en Chicago, los precios de la soja aumentaron en el mercado local

Luego de las ligeras bajas del jueves, los precios de la soja retomaron hoy su escalada alcista en la Bolsa de Chicago, impulsados por el tiempo seco que afecta cultivos y suelos en amplias zonas agrícolas de América del Sur y que ya está achicando las expectativas de cosechas en Brasil, la Argentina y en Paraguay. La subas externas también tuvieron su correlato en la plaza local, tanto para la mercadería física como para los contratos en el mercado de futuros.

Por la soja con entrega inmediata en las terminales del Gran Rosario las fábricas propusieron 387 dólares por tonelada, US$7 más que ayer. La nueva oferta, equivalente a 39.892 pesos por tonelada, superó los 38.236 pesos calculados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) como la capacidad teórica de pago de la industria aceitera exportadora.

Fuentes del sector comercial indicaron que por lotes grandes hubo compradores dispuestos a pagar hasta 390 dólares por tonelada. Además, por soja sustentable se sumó una bonificación de 5 dólares a las oferta de 390 dólares.

Las pizarras del Matba Rofex reflejaron alzas de US$6,60 y de 11,40 sobre los contratos enero y mayo, cuyos ajustes resultaron de 391,20 y de 368,40 dólares por tonelada. En el balance semanal estas posiciones ganaron un 4,9 y un 6,9% frente a los 373 y a los 344,50 dólares del jueves 30 de diciembre.

En cuanto al mercado de exportación, el Ministerio de Agricultura de la Nación relevó subas de 9 y de 14 dólares para los valores FOB en los puertos argentinos del poroto de soja y de la harina de soja, que pasaron de 603 a 612 y de 456 a 470 dólares por tonelada, respectivamente. En cambio, el valor del aceite de soja retrocedió 10 dólares, de 1340 a 1330 dólares por tonelada.

Alzas externas

Los especuladores redoblaron hoy su apuesta por ver recortes en las cosechas sudamericanas de soja y mejores opciones para las ventas estadounidenses de grano, pero sobre todo de harina de soja. Esa jugada quedó plasmada sobre las pizarras de Chicago, donde las posiciones enero y marzo de la oleaginosa treparon US$8,91 y 8,45 al terminar la jornada con ajustes de 514,96 y de 518,18 dólares por tonelada. En el balance semanal estos contratos subieron un 5,2 y un 5,3% frente a los 488,23 y a los 492,09 dólares del viernes anterior.

En cuanto a la harina de soja, hoy su valor en Chicago aumentó US$14,44, al pasar de 463,40 a 477,84 dólares por tonelada. Desde fines de noviembre el valor del subproducto de la oleaginosa trepó un 24,3% frente a los 384,48 dólares vigentes entonces. La chance de que una menor producción de soja en la Argentina ajuste la molienda y con ella la oferta de harina del mayor proveedor mundial no pasa desapercibido para los especuladores que operan en la plaza estadounidense.

Por volumen y por cronología de cultivos, la mayor atención de los operadores está puesta sobre el sur de Brasil, la región que viene padeciendo una sequía severa en los Estados de Paraná, Santa Catarina, Rio Grande do Sul y en Mato Grosso do Sul, que motivó a los estimadores privados a recortar sus expectativas sobre la producción de soja hasta niveles inferiores al récord logrado en la campaña anterior, cuando se levantaron 137,32 millones de toneladas. En efecto, primero la estadounidense StoneX y luego la brasileña AgRural ajustaron sus proyecciones de 145,10 a 134 y de 144,70 a 133,40 millones de toneladas, respectivamente.

El miércoles próximo el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicará su nuevo informe mensual y allí se espera que recorte su estimación para la cosecha de Brasil desde los 144 millones de toneladas calculados el mes pasado. Lo mismo corre para la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Agricultura brasileño, que en diciembre proyectó 142,79 millones de toneladas y que el martes próximo difundirá su reporte de enero. El consenso entre los operadores es que estos organismos harán ajustes medidos, conforme al criterio conservador que suelen guardar hasta tanto las pérdidas tengan un carácter de inexorables.

En la Argentina también se prevén ajustes sobre las expectativas de cosecha, cuando todavía resta sembrar poco menos del 7% del área prevista. Ayer, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo del 56 al 48% la proporción de soja en estado excelente/bueno, en tanto que recortó del 69 al 58% la porción de suelos bajo condiciones de humedad óptima/adecuada. En diciembre el USDA estimó la producción argentina de la oleaginosa en 49,50 millones de toneladas, un volumen que en el nivel local nadie da por bueno y que está bastante por encima de los 44 millones previstos por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Además, las expectativas de tiempo seco y muy caluroso que rigen para la semana próxima no permiten vislumbrar un mejor panorama agronómico para los cultivos. “Lluvias que estaban a la vista el 12 de enero y con buena cobertura para el centro de la región pampeana han vuelto a desaparecer de los modelos. El problema de la falta de ingreso de humedad se agrava por la presencia de un importante centro de alta presión ubicado sobre el margen este del país. Por otro lado, las temperaturas se mantendrán en constante ascenso y de manera progresiva irán superando ampliamente los valores normales para enero. Tanto los registros mínimos como los máximos se irán incrementando con el correr de los días, alcanzando valores extremos especialmente en el inicio de la próxima semana”, advirtió ayer José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas, en el reporte de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR.

El triunvirato de naciones sudamericanas que verá sus expectativas productivas truncadas por el tiempo seco se completa con Paraguay, donde desde los 10 millones de toneladas previstos por el gobierno de ese país en el inicio de la campaña y por el USDA en diciembre ahora se pasó a un volumen que los privados estiman entre 7 y 7,50 millones de toneladas.

Pero en tiempo alcistas como el actual, donde los beneficios para los productores locales son limitados por una expectativa de rindes en baja y por la incertidumbre de no saber cuánto se podrá recolectar si persiste el tiempo seco, cabe tener presente que incluso con los recortes antes citados la cosecha de Brasil, que ya se inició, volcará en el circuito comercial un volumen grande de soja que concentrará la atención de los compradores chinos sobre el grano brasileño, en detrimento de la mercadería estadounidenses, algo que puede generar bajas en Chicago desde la segunda quincena de enero y que puede tener un correlato negativo en el mercado local.