En 90 días de encierro, la firma Conecar obtiene 100 kilos de aumento por cada animal
CARCARAÑA, Santa Fe.- El presidente de la firma Conecar, Roberto Guercetti, se inició en el feedlot hace alrededor de cinco años con apenas ocho vacas y hoy, tras un proceso de inversión, con desembolsos que rondaron los 3 millones de pesos, tiene montado un establecimiento modelo con capacidad para 8000 animales.
El rápido crecimiento del establecimiento tiene su explicación en la fuerte demanda de inversores, frigoríficos y matarifes que encontraron, en este sistema, una forma de agilizar el proceso de cría. La experiencia indica que en noventa días los animales engordan aproximadamente 100 kilos con el sólo empleo de una buena alimentación, confort y sanidad.
La intensificación ganadera permite aumentar la carga invernal para luego aprovechar al máximo el pico de pasto. De este modo, los feed lots van ganando cada vez mayor espacio en la ganadería, alentados por la necesidad de intensificar la producción, aumentar el giro del capital hacienda y disminuir la incidencia del costo financiero.
Las instalaciones de Conecar ocupan un espacio de unas quince hectáreas que albergan cincuenta corrales provistos de comederos y bebederos. El terreno en el que pernoctan los animales dispone de una estructura de suelo necesaria para un buen drenaje, con terrazas y canales de escurrimientos adecuados para ese fin.
Conecar recibe vacunos de casi todo el país. Los animales ingresan previo llenado de una planilla e inmediatamente se identifican con una caravana que da a los clientes color y número, además de la marca de fuego correspondiente.
En la estadía, que posee un costo que oscila entre los 0,18 y 0,24 peso por día, por animal, según la época del año, se aplican programas preventivos, lo que garantiza control de enfermedades y una mayor eficiencia en la conversión alimento/carne.
Los alimentos que se suministran provienen de un preparado en base de maíz, soja, afrechillo de trigo, pellets de soja y girasol. Este producto es fabricado por la propia empresa. A ese contenido se le suman núcleos vitamínicos y minerales, dos veces al día.
El responsable de la producción, un médico veterinario, recorre los corrales relevando el estado de los animales y realizando las maniobras necesarias para lograr el bienestar del vacuno. En cuanto al uso de tecnología, la empresa cuenta con dos mixer maiceros, con balanza incorporada, para racionar las distintas dietas que se le suministran.
"En un método que se afianza porque en la actualidad entre el 15 y 20 por ciento de los bovinos son de feedlots. Se trata de una producción eminentemente de exportación, debido a que existen mercados que demandan este tipo de carne", explicó Guercetti mientras mostraba las instalaciones a LA NACION.
El propietario consignó que la modalidad implementada permite el engorde de cualquier raza, categoría y peso de la hacienda, y señaló que el crecimiento que requiere la actividad hizo que esté pensando en montar otras instalaciones en la provincia de Santiago del Estero y otra planta de fabricación de productos balanceados en la provincia de Córdoba.
"Por lo pronto hemos hecho aquí una serie de inversiones -contó Guercetti- que consisten en el armado de un complejo de nuevos corrales, bretes, y fundamentalmente tecnología en información, cuestión que permite a los clientes hacer un seguimiento de la evolución de los animales a través de una página web."
Recorrida
La visita al servicio de hotelería, como gusta llamarlo Guercetti, fue la primera actividad que incluyó una especie de presentación oficial del establecimiento. Luego de la recorrida, Ignacio Iriarte habló de las perspectivas del mercado ganadero, temática que también abordaron el gerente de la Cámara Argentina de Engordadores de Hacienda Vacuna, Rodrigo Troncoso y Cristian Bianchi.
Iriarte, un especialista del tema en el país y en el exterior, se mostró sorprendido por la pulcritud de las instalaciones. "Conozco feedlot en varios continentes, pero este que podemos observar es increíble. Es una réplica de los establecimientos que vi en Texas hace muchos años y con ésta prolijidad he visto cuatro o cinco en el país", comentó.
"El feed lot ha acelerado todos los procesos y ha puesto en juego un factor que nunca se había tenido en cuenta que es el tiempo. Este sistema nos enseñó que no es lo mismo hacer las cosas en tres meses que en dos años. El gran mérito de esto es que si la Argentina tuviera que sacar toda esta hacienda que está acá necesitaríamos miles de hectáreas y se tardaría mucho más", añadió Iriarte
Por su parte, Troncoso definió al feedlot como una opción insoslayable a la hora de evaluar un sistema de engorde para el ganado bovino, y acotó que la terminación del animal a corral permite una mayor disponibilidad de espacios para la ganadería extensiva o la practica de la agricultura.
"Las perspectivas son favorables a pesar de los ruidos que impone el Gobierno, que ha sacado una resolución que regirá en noviembre y que prohíbe la faena de los animales menores a los 300 kilos. Nos parece perfecta esa decisión porque allí está la rentabilidad, pero se podría haber tomado alguna medida de incentivo sin llegar a la prohibición", añadió el dirigente.
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