Por Héctor Müller De la Redacción de LA NACION
El ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, lo aseguró recientemente: "El país marcha hacia la pesificación". Fue poco después de que el presidente Eduardo Duhalde advirtiera que los depósitos bancarios en dólares no se iban a poder devolver en esa misma moneda. No se contaba con las divisas suficientes.
Si bien el Gobierno exclama a todos los vientos que buscará mecanismos compensatorios, lo cierto es que aquello que hace poco tiempo aparecía como una utopía hoy cobra visos de realidad.
Y para un sector como el rural, que está endeudado en 6000 millones de dólares con las entidades financieras y en 3000 millones con los sectores comerciales, la decisión pasaría a ser más que bienvenida después de los efectos de la devaluación.
Este ha sido uno de los grandes temas que los últimos días escucharon los funcionarios que tuvieron contacto con los representantes del agro. Además, el reclamo de pesificar a una relación de tipo de cambio 1 peso = 1 dólar la totalidad de la deudas bancarias y extrabancarias de la pequeñas y medianas empresas (Pyme) llegó a oídos del propio presidente Duhalde.
"El campo no pide ningún privilegio, sino que las deudas puedan ser pagadas con plazos y tasas razonables", dijo Mario Raiteri, presidente de Coninagro.
Interrogante
Ahora bien, ¿se solucionarán los problemas del agro si ello sucediera? En una gran proporción seguramente que sí, pero se equivocan los que piensan que con ello desaparecerían los inconvenientes actuales. Con excepción de los muchos inescrupulosos que impunemente vaciaron el país, todo indica que parece muy improbable que algún sector de la sociedad salga ileso de esta profunda crisis económica y social por la que atraviesa la Argentina.
Según de qué lado del mostrador se esté (deudor o acreedor) el golpe será mayor o menor, pero se sentirá, sin duda, por los efectos de la devaluación y la emergencia económica.
Hasta ahora se observa que se profundiza el corte de la cadena de pagos con sus secuelas en algunos casos irreversibles y es prácticamente nula, por el valor del dólar, la utilización de insumos con componentes importados, por ejemplo, agroquímicos.
La Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, Campana y Zárate se dirigió a las autoridades nacionales, provinciales y municipales para manifestar su profunda preocupación por la falta de insumos indispensables para el tratamiento de la soja en la etapa más crítica En términos de exportación se beneficia, como se sabe, principalmente a los granos en general, y también, aunque en menor medida, las carnes que tienen su mayor demanda en el mercado interno. Pero hay algo que ya todo el mundo da por descontado: se retrocederá muchos años en el gran salto tecnológico que el campo había logrado. Y esto también representa divisas.
Inquietud
Guillermo MacLoughlin Bréard, del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina, manifestó su inquietud por la actitud asumida por parte de las firmas compradoras de granos de aplicar una reducción en los precios por las dificultades que tienen en recibir de parte del gobierno nacional la devolución del IVA.
Para el especialista de la Rural, es necesario que el Gobierno instrumente las medidas necesarias con el fin de dar una prioritaria solución a este tema.
Frente a la nueva situación planteada por la devaluación y las implicancias de la ley de emergencia económica, las empresas nucleadas en la Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria (ACTA) dieron a conocer su postura respecto de las deudas.
Financiación
Las firmas proveedoras de insumos tecnológicos (semillas, agroquímicos, fertilizantes, productos veterinarios y maquinaria agrícola) aclararon que la financiación otorgada a los productores agropecuarios debería ser honrada tal como fue pactada. Así sucedió históricamente, incluso en períodos de hiperinflación. No obstante, en esta situación coyuntural, están dispuestas a percibir sus acreencias al tipo de cambio que se aplique a la importación de los insumos (hoy, $ 1,40 por dólar).
Si esto no llegara a suceder se producirían quebrantos económicos importantes para las empresas proveedoras de insumos, no se podrá continuar operando en la forma habitual y el productor no contará con el crédito otorgado por las firmas. Además, como ya fue dicho, faltarán los recursos tecnológicos que dan sustento a las cosechas récord, al aumento de saldos exportables y a una mayor disponibilidad de divisas.
Se sabía. El ajuste de la nueva economía va a ser doloroso. Los beneficios para el sector apuntan a futuro. Lamentablemente hoy persiste y hasta se profundiza la inquietud en vastos sectores de la población.
No obstante, se sigue firme en un viejo reclamo: la tan anhelada y siempre postergada reestructuración del Estado.