"Mientras el tema ambiental sea de los ambientalistas, no se podrá solucionar. Debe ser compromiso de toda la sociedad." Es bienvenida la casualidad que esta afirmación del Dr. Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia, se produjera simultáneamente cuando junto al INTA diéramos inicio al análisis para explotar las inmensas potencialidades productivas del millón setecientas mil hectáreas que componen el Delta del Paraná.
En esta iniciativa se pone el acento en respetar la identidad de la región y muestra que esta preocupación se está incorporando en la mentalidad de los sectores más diversos de la sociedad.
Hasta el momento y por acción del hombre se pretendió transformar a nuestro singular delta en una mala copia de la también inigualable pradera pampeana.
En efecto, durante más de un siglo se trató de incorporar técnicas para producir en tierra firme a un sistema que naturalmente se resiste.
Pero las marcas de este accionar están siendo cada vez más indelebles: muchos ríos y arroyos dejaron de ser navegables, se multiplican obras de defensa contra las inundaciones sin ningún tipo de planificación ni control hídrico y ambiental. Y al mismo tiempo las superficies aprovechables se minimizan y las producciones tradicionales, forestación, ganadería, apicultura, turismo y el cultivo de la nuez de pecán, están siendo cada vez más limitadas por estas modificaciones de los sistemas naturales, que no tiene una planificación integral en el tiempo.
El desafío entonces es buscar las mejores alternativas para lograr producciones que sí sean sustentables, considerando abarcativamente al Delta como una sola región.
El primer paso
Los ingenieros Enrique Bedascarrasbure y Martín Irurueta, del INTA, así lo plantearon taxativamente al presentar la propuesta a los más de trescientos participantes de las I Jornadas sobre "Estrategias de Valorización de Productos del Delta del Paraná" reunidos en Villa Paranacito el 11 de abril pasado. En esta presentación quedó establecido el marco en que se desenvolverá la tarea a futuro.
El Ing. Bedascarrasbure también dejó en claro la importancia que tiene valorizar las producciones locales para las comunidades del Delta y expresó que el programa a desarrollar contemplará un fuerte hincapié en mejorar las capacidades y técnicas de producción y de su comercialización. Por este motivo también participaron de la jornada representantes de Fundación Fortalecer.
La Dra. Patricia Kandus, reconocida especialista en humedales, hizo un planteo que sorprendió y preocupó a muchos, al afirmar que los polders holandeses pasaron de ser ejemplo para el mundo a preocupación para sus gobernantes, pues los costos en fertilización y químicos están haciendo inviables las producciones y la pérdida de cuatro metros de suelo en altura requieren de obras de contención del agua inabordables económicamente. Sugirió finalmente que, antes de tomar decisiones diéramos una mirada a ese espejo, para ella, más que elocuente.
Amplia convocatoria
Nosotros, productores y dirigentes sectoriales, pensamos que la única posibilidad para encontrar una alternativa viable y superadora es convocar a los especialistas que estén trabajando en el tema y generar un debate amplio con el solo requisito de la honestidad intelectual. Así lo hicimos y haremos a futuro. En eso coincidimos la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria, sociedades rurales de la provincia, universidades, centros de investigación y fundamentalmente la comunidad isleña que estuvo presente "per se" y a través de sus intendentes y concejales municipales, que dieron testimonio del compromiso que tienen con la región.
También sabemos que todo lo que se haga impactará inevitablemente en regiones extradelteñas, por lo cual nuestra responsabilidad va más allá de la región y por eso la obligación que el tema sea conocido por el resto de la sociedad, tomando el reto que hiciera en su momento el doctor Lorenzetti.
No dudo de que se abre una alternativa inédita para "nuestro" Delta. Mi certeza se fundamenta en su inmensa potencialidad productiva, explotada mínimamente hasta el presente, pero con una comunidad necesitada de hacerla realidad.
Todo esto se justifica pensando en el inmenso aporte que, desde este terruño, podemos brindarle a la provincia y al país.
Presidente Sociedad Rural Islas del Ibicuy.
Armando Cadoppi