¿Solo ineptos? Así comienza un comunicado de la Sociedad Rural de San Pedro luego de un nuevo suceso de abigeato que se registró en la zona. En lo que va del año, allí ya hubo más de 200 animales robados y faenados. Los presuntos delincuentes comercializan la carne en kioscos, carnicerías y hasta hacen delivery a domicilio, según sostienen los productores.
En diálogo con LA NACION, Raúl Víctores, presidente de la entidad, denunció que el sector "ya no aguanta más esta situación".
"El problema es la puerta giratoria, es decir que así como entran, por más que los agarren con la carne encima salen al poco tiempo", remarcó.
Según contó, luego de un último robo a dos productores la patrulla rural se dirigió al "lugar de siempre" -en referencia a que son los mismos presuntos delincuentes que repiten hechos- y allí los encontró "in fraganti" con el animal recién faenado, despostado y cargado en bolsos.
Sin embargo, luego de unas horas y a pesar de la denuncia, la Fiscalía dejó en libertad a los implicados.
Para Víctores, los delincuentes siempre son los mismos y tienen todo estudiado. Aprovechan los días de lluvia para actuar porque las patrullas no pueden entrar a los campos por los caminos. Cortan los alambres y campo traviesa roban y arrean el ganado. Luego lo faenan y dejan pasar unos días hasta que tienen todos los cortes vendidos.
Según el ruralista, los delincuentes comercializan lo faenado en carnicerías, kioscos, restaurantes y hasta hacen deliverys domiciliarios.
Los productores rescatan el trabajo que realiza la policía rural, que incluso entra a pie a los campos para encontrarlos, pero saben que eso no alcanza. "La impunidad con la que se mueven los cuatreros es inmensa", dijo el dirigente.
El reclamo de la institución agropecuaria tiene una mezcla de bronca y decepción. "Con las manos rojizas y sin poder ocultar un bolso con el resultado de la faena que con rapidez concretan tantas veces como se lo proponen, fueron interceptados", señaló la Rural de San Pedro sobre el reciente robo.
"La carne sin identificación estaba ahí, mientras que los delincuentes in fraganti burlándose de todos fueron mandados a su casa. La actitud de la autoridad judicial no parece solo una señal de impericia", agregó.
Para Víctores, para los productores estar en alerta ya no alcanza. Según expresó, poco a poco esa zona se convertirá en un "Far West".
"Los productores siguen llegando a la conclusión de que nadie podrá cuidarlos y se alejan. Los delincuentes comprueban una vez más que la política y la Justicia están de su lado", se quejó la entidad.
Ante tantos episodios, Víctores reclamó la rápida intervención de la Justicia. "Ya no es solo preocupación entre los productores, sino que cansados de los episodios algunos se van de la zona y otros se retiran de la actividad", advirtió.
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