"Mi mamá me dice cómo vamos a salir de acá donde hicimos todo". Waldemar Dickau es productor de la zona de San Bernardo, en el sudoeste de Chaco. El campo de 130 hectáreas donde produce desde trigo a soja está bajo el agua. No hay un metro de tierra seca.
Su madre, de 64 años, se resiste a irse del establecimiento, a pesar de que está rodeada por el agua. No se quiere ir. Él la quiere llevar al pueblo pero no hay caso. Le pesa la historia y los recuerdos ligados a la producción con su ya fallecido marido.
El campo recibió lluvias por unos 1000 milímetros en los últimos 70 días. Además, llega agua de otras regiones. Dickau, de 44 años, grabó un video para viralizar su drama.
"El problema no es tanto la lluvia, sino que el municipio cerró todas las alcantarillas debajo de la ruta (número 6). El campo se tapó y el agua crece día a día", dijo a LA NACION.
El productor quiere que las autoridades realicen una obra de unos 500 metros que permitiría conectar el agua que hay en su campo con un canal.
"El agua tiene salida para el sur, habría que traer una retroexcavadora y hacerlo para que el agua se vaya", dijo. Señaló que esto se puede hacer sin afectar al pueblo. "No quiero hacer daño al pueblo, esto es una obra de un día. Este es el campo donde nací y me crié", afirmó.
Con todo perdido, hoy la única solución para aliviar el drama es justamente esa obra que reclama a las autoridades. "Nadie nos da una oportunidad para sacar el agua", reclamó.
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