Para tener a raya a la garrapata

La garrapata común del ganado genera importantes pérdidas para los productores y es fundamental dimensionar el problema para poder tratar la enfermedad. La Boophilus microplus es endémica en 80.000.000 hectáreas del NOA, el NEA y el Litoral,.

En mi trabajo como soporte técnico del laboratorio Agropharma observo día a día las enormes dificultades que genera la presencia de la garrapata en el campo. La dispersión geográfica del parásito en la Argentina es de 1.082.329 km2, lo que representa el 38,8% del territorio nacional, afecta no menos de 12.000.000 de cabezas y las pérdidas en potencial productivo alcanzan los 120.000.000 dólares.

Una hembra de garrapata pone hasta 3000 huevos, una larva puede sobrevivir hasta siete meses en invierno y dos en verano, por lo que un bovino puede estar infectado por varias decenas de garrapatas. Cada una de ellas extrae tres centímetros cúbicos de sangre por día, provocando una disminución del peso corporal de 0,3 a 1 gramo. De esta manera, las pérdidas económicas producidas por la disminución en la ganancia de peso en animales infectados durante el período de crecimiento alcanzan los ocho gramos por día y por garrapata. En el caso de novillitos, las pérdidas totales alcanzan 14,6 kilogramos al año en zona de lucha y 102 kilogramos al año para la zona sucia, con un promedio de 58 kg por año.

En cuanto a los terneros, la disminución en la ganancia de peso varía entre 10,8 kilogramos y 75 kilogramos al año, entre zonas de lucha y sucia respectivamente con un promedio de 42 kilogramos por año. De esta forma, se estarían perdiendo en promedio 159 pesos por novillito, mientras que por cada ternero se pierden 129 pesos. Algunas de las causas de mermas en la producción animal por garrapatas incluyen: mortalidad por parasitación o enfermedades asociadas, costo por el control de enfermedades asociadas, disminución de la producción de leche, efecto sobre la tasa de natalidad, disminución de ganancia de peso corporal y depreciación de los cueros, entre otros.

La utilización de los principios activos como drogas garrapaticidas debe estar a cargo de personal entrenado, respetando los intervalos, dosis y vías de aplicación. Es fundamental recordar el uso de tratamientos alternos, es decir, la rotación entre inyectables, baños de inmersión y Pour- on, para que de esta manera se puedan evitar el mal uso y la aparición de resistencia antiparasitaria en forma temprana.

Hernán Torres Carmagnola