Luego del aumento de las retenciones en diciembre pasado, la participación del Estado en la renta agrícola que genera una hectárea subió 4 puntos y llegó al 60,4 por ciento.
El dato se desprende de un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). En septiembre pasado, la participación del Estado para el promedio de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol estaba en el 56,4 por ciento. En la actualidad ya se ubica en el 60,4 por ciento.
En 2015, con las retenciones al 35% en soja, 20 por ciento en maíz y 23 por ciento en trigo, ese índice estaba por encima del 90 por ciento. En el gobierno anterior logró caer por debajo de 60, si bien tuvo un repunte cuando en 2018 el expresidente Mauricio Macri reimplantó las retenciones al trigo y el maíz.
En diciembre pasado el presidente Alberto Fernández aumentó de 24,7 a 30 por ciento las retenciones a la soja y del 6,7 al 12 por ciento las de trigo y maíz.
FADA también midió qué pasa con la participación del Estado por cultivos. "En el caso de la soja es del 64,5%, maíz 53,9%, trigo 53,5% y girasol 62%. Las diferencias entre cada cultivo radican en los impuestos y en la renta que genera cada uno, ya que a menor rentabilidad es mayor la participación relativa de los impuestos".
Según el reporte, de lo recaudado en impuestos en una hectárea el 95,5% pertenece a impuestos nacionales, el 3,9% a provinciales y el 0,6% a municipales.
"De esos impuestos nacionales, el 62,1% son de carácter no coparticipable, mientras que el 33,4% es coparticipable con las provincias", indicó el trabajo.
"Los impuestos nacionales no coparticipables incrementaron su participación, pasando del 55,6% al 62,1%, mientras que todo el resto cayó en participación. Este cambio en la composición es resultado del incremento de los derechos de exportación, que son un impuesto no coparticipable, que al mismo tiempo reduce un impuesto coparticipable como es el impuesto a las ganancias", señaló el economista de FADA David Miazzo.
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