Bajan retenciones para productos de economías regionales
LA NACION
El Gobierno formalizó cambios en el esquema de retenciones que, entre otros, incluye productos agroindustriales de economías regionales que quedan con un 0% de derechos tras tener alícuotas del 5 al 7% o 3 pesos por dólar exportado.
Según informó el Ministerio de Agricultura de la Nación, la medida incluye a las cadenas y productos ovinos, caprinos, huevos, acuicultura, apícola, productos hortícolas (tomate, pimientos, cebolla, ajos, espárrago, etc), hongos, olivícola, maíz pisingallo, legumbres, papa y mandioca, frutos secos, frutas tropicales, cítricos dulces, cítricos, uva en fresco y pasas de uva, frutas de carozo, frutas finas, peras y manzanas, té, yerba mate, semillas, quínoa, alfalfa, jugos de frutas, aceites y esencias de cítricos, entre otros.
"La medida alcanza a los productores de alimentos y bebidas de las distintas regiones del país, que representan al 41% del empleo del sector y que generan el 24% del total de las exportaciones del rubro", dijo la cartera de Agricultura.
"Esta medida viene acompañar el gran esfuerzo que han venido sosteniendo los productores de estas economías para sostener la producción y abrir nuevos mercados en un contexto complejo como el de este año", dijo el ministro de Agricultura Luis Basterra. Apuntó que esas economías involucran a 192.000 trabajadores.
En sus fundamentos, según el decreto presidencial 1060/2020, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y los ministros Basterra, Martín Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), para los bienes agroindustriales "se identificó en una primera revisión la potencialidad de determinadas economías regionales en términos de crecimiento de las inversiones, la producción y las exportaciones que generará creación de empleo en forma directa e indirecta en todas las provincias del país".
De acuerdo a la norma, se fijó así una tasa del 0% para los productos regionales mencionados que, dice la resolución, tienen un "bajo impacto en los precios internos de los alimentos".
Por ello, precisa que para esos productos se pone esa alícuota "como medida concreta para contribuir a aumentar la producción y las exportaciones, apoyando a los productores y las productoras y las cadenas de valor asociadas y de esta forma recuperar los niveles históricos de exportación, fomentando el desarrollo de la industria exportadora nacional".
La medida, según fuentes consultadas, para el caso de los productos regionales tiene "un costo fiscal tendiente a cero" para el Estado.
Vale recordar que este año el Gobierno hizo varias modificaciones en torno de los derechos de exportación. En el caso de la soja, en marzo subió las retenciones del 30 al 33%. En octubre último, en tanto, aplicó una rebaja temporal que la llevó al 30% para el grano y al 31% para los subproductos como harina y aceite de soja. Desde enero de 2021 el grano tributa nuevamente 33% y los subproductos quedan con un 31%.
En marzo pasado también hizo cambios que implicaron la rebaja para algunas economías regionales. En ese momento, arvejas, porotos, garbanzos, lentejas bajaron de 9 a 5% y el maní de 12 a 7%.
Por otra parte, en girasol se redujo la tasa de 12 a 7% (en girasol confitero y aceite de girasol se pasó de 12 a 5%).
Repercusiones
Tras la rebaja conocida hoy, Pablo Vernengo, director de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), la reducción tiene poca incidencia y no termina por conformar al sector. "Si bien es un aliciente y un paliativo, la mejora es insignificante para el sector que viene tan castigado. Las retenciones son un mal y distorsivo impuesto", dijo a LA NACION.
Remarcó que el sector no fue consultado para la medida y que no hubo criterio para la selección de los productos beneficiados. "Por ejemplo, se bajaron las retenciones a la industria vitivinícola y al mosto, pero no siempre eso produce un derrame hacia los productores", detalló.
Por otra parte, detalló que lo que necesita la producción primaria es rentabilidad con un dólar competitivo. "La brecha cambiaria con un tipo de cambio mixto perjudica a la actividad en la compra de insumos. Los ingresos quedaron estancados y lo que pedimos es mejorar el tipo de cambio", dijo. Agregó que "el problema son los costos que han aumentado, como ser salarios y combustible, sumado a la pandemia donde los productores tuvieron que hacerse cargo de los costos de los protocolos".
Por su parte, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, señaló que la medida "es un gran paso hacia lo que espera el sector".
"Es la disminución del esquema impositivo porque incide directamente en la competitividad de nuestras economías productivas regionales", sostuvo. Para el titular de la entidad, estas medidas se puedan armonizar y ser más provechosas si se establece un plan que sea sostenible en el tiempo.
"Por sus características y al no ser commodities, las economías regionales requieren ser tratadas con previsión de acuerdo a cada ciclo en particular", remarcó.
Con la colaboración de Mariana Reinke
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