Me desempeño en el departamento técnico de A&T y Asociados SA. En un mismo lote pueden existir diferentes ambientes con distintas capacidades productivas. En este contexto, la herramienta que nos permite aplicar las tecnologías correspondientes a cada ambiente es la agricultura de precisión. Hoy, a 15 años del comienzo del desarrollo de esta tecnología en la Argentina, ya tenemos claro que el manejo por ambiente de los fertilizantes azufrados, fosforados y nitrogenados en trigo, maíz y soja, y la densidad de siembra en maíz y trigo nos permiten incrementar el margen del cultivo, ya sea a través de una reducción de los costos y/o de un aumento del ingreso.
Dependiendo del grado de heterogeneidad entre ambientes, de la proporción de cada uno, de la relación precio insumo/producto y del adecuado ajuste de las distintas estrategias de manejo, el impacto de un manejo diferencial por ambientes puede ser de entre 10 a 180 dólares por hectárea, con un promedio de respuesta de 40/80 dólares por hectárea.
Hasta hace pocos años, los costos de los distintos insumos a nivel de lote eran homogéneos, ya que aplicábamos la misma tecnología a todo el lote, mientras que los ingresos eran variables debido a los diferentes rendimientos por ambiente. Hoy en día los costos variarán dentro de un mismo lote según los objetivos productivos que el empresario agrícola se proponga por ambiente, que podrán ir desde maximizar el margen de un determinado ambiente (enfoque económico) hasta la recuperación de ambientes con alguna problemática específica (enfoque agronómico). En definitiva, el éxito de esta herramienta que está disponible se sustenta en que manejamos los ambientes como se deben y no sólo como se pueden.
Martín Artigue