Trigo y cebada: ¿qué pasó este año con las enfermedades?

A través del trabajo de monitoreo y seguimiento profesional realizado por asociados de las Regionales Aappce (Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos) se desarrolló la Red de Manejo Integrado de Plagas (Red MIP), un sistema de alertas con información acerca del avance de adversidades en los principales cultivos extensivos de la Argentina.

En la campaña de trigo y cebada que finaliza, la presencia de enfermedades fue una las preocupaciones centrales tanto de productores como de asesores. El conjunto de variedades sembradas de trigo y cebada se caracterizaron por ser susceptibles a enfermedades. El caso más destacado ocurrió en trigo: según nuestros datos, el 43% corresponde a Algarrobo, 11% Ceibo y un 46% de otras variedades (distribuidas en 45 variedades, de las cuales ninguna supera el 4% de la siembra).

Las condiciones climáticas del ciclo 2018 han sido diferentes a 2017. Esto ha provocado que las enfermedades surjan en momentos distintos y con diferente intensidad. Hubo una menor área tratada en comparación con la campaña pasada.

En 2017, los controles se requirieron de forma temprana, mientras que en 2018 los primeros controles se realizaron en promedio 15 a 20 días más tardes que el año anterior.

En cuanto a tipo de enfermedades foliares que han prevalecido, en trigo se destaca en primer lugar roya estriada (83%) y, posteriormente roya de la hoja (7%) y mancha amarilla (10%).

Una de las adversidades que se confirmó en laboratorio fue S. Nodorum, una enfermedad de carácter emergente en trigo que se observó en el conjunto de nuestras regionales. La misma resultó de difícil reconocimiento a campo dada su similitud con otras manchas de origen fúngico y bacteriano.

Por su parte, en el caso del cultivo de cebada las enfermedades más importantes han sido mancha en red (91%), escaldadura (9%) y ramularia (0,6%).

Resulta interesante analizar las aplicaciones realizadas según el tipo de productos. En trigo, los primeros tratamientos se efectuaron promediando el estado fenológico Z37. Cuando vemos por tipo de producto utilizado se observa que las mezclas que contienen carboxamidas se hicieron en Z45 y las mezclas de triazoles más estrobilurinas en Z 33.

Si se compara la campaña pasada con la actual, se observa que este año los controles químicos se realizaron en estados de desarrollo más avanzados debido a la demora en la aparición de las enfermedades.

Informe de Rita Robledo, gerente de Red MIP de Aappce