Una empresa argentina presentó un proyecto de inversión por US$22 millones para producir trucha

Una empresa argentina presentó un proyecto de inversión de US$22 millones para la acuicultura integral de Trucha. Se trata de la firma Newsan Food, que para la fase inicial, que durará cinco años, planea alcanzar un volumen de 13.000 toneladas, y generar ventas en el mercado externo e interno, por u$s 65 millones en ese mismo periodo.

Los directivos de la empresa se reunieron con el titular de la cartera agropecuaria l, a cargo de Julián Domínguez; el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman; y el director nacional de Acuicultura, Guillermo Abdala, para presentarles la iniciativa.

Tras el encuentro, Miguel Glikman, director de Newsan Food, señaló: “Se estima que la acuicultura será la principal fuente de provisión de proteína de origen animal para el año 2050, cuando la población en el mundo supere los 9000 millones de personas. Para nosotros es una oportunidad para acompañar el desarrollo de la actividad con nuevas inversiones; en esta ocasión promoviendo la ampliación de la matriz productiva. Este proyecto se realizará en armonía con las sociedades locales, apuntando al desarrollo de las comunidades y actores artesanales”.

La iniciativa se planea desarrollar en el Embalse Cuenca del Limay, en las provincias de Neuquén y Rio Negro. Allí la Trucha Arco Iris se cultiva de manera artesanal desde hace 35 años; es una especie “asilvestrada” y totalmente incorporada al ecosistema de la región.

Es por ello que desde la cartera agropecuaria remarcan que dadas las características mencionadas, para el proceso de alimentación “no será necesario recurrir a antiparasitarios ni antibióticos, sino respetar una densidad de carga de acuerdo con los parámetros aprobados”. Asimismo el proyecto estará liderado por técnicos del Conicet y profesionales de España y Noruega.

Con esta inversión, Glikman detalla que la compañía se suma al proyecto de Salmon Trout, que ya está en marcha. “Nuestra idea es trabajar conjuntamente con ellos, para combinar nuestra experiencia con sus capacidades y conocimiento técnico. Somos muy optimistas en cuanto a la complementariedad entre ambas empresas. Será una iniciativa gradual, incluyendo fases iniciales consideradas piloto, de manera de monitorear la sustentabilidad del negocio y cuestiones medioambientales”, sostuvo.

La Argentina es uno de los países con mayor potencialidad para la producción acuícola a nivel global, con una producción de 2600 toneladas anuales. Al respecto, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, señaló: “Celebramos recibir este tipo de iniciativas que le permiten a nuestro país mayor visibilidad a nivel global, siguiendo con la tendencia mundial de impulso a este sector. Se trata de un proyecto innovador que pone en valor la actividad y busca generar una nueva ventana de Argentina al mundo”.

Asimismo, tras remarcar que se trata de la segunda vez que una empresa líder en pesca que vuelca su mirada a la acuicultura, comentó: “Es un proceso que tenemos que seguir motorizando. Creemos que este sector tiene un potencial inmenso para sustituir importaciones, para abastecer el mercado interno y es una de las llaves para generar una producción con más empleo regional”.

En la misma línea, el titular de la Dirección nacional de Acuicultura, expresó: “La llegada de nuevos actores a este sector potenciará el incremento previsto y permitirá diseñar un futuro sostenible en recursos, generación de valor y empleo, complementando la economía pesquera con la producción acuícola sustentable y el desarrollo territorial necesario para dinamizar comunidades y generar más divisas en nuestro país”.

En la compañía detallan que el proyecto se realizará de manera gradual, “cumpliendo las etapas para asegurar el cuidado medioambiental”.

El proceso requiere de unos 28 meses divididos en cinco etapas: el hatchery (cinco meses), la crianza (tres meses), el engorde (de 12 a 24 meses), la cosecha y finalmente el proceso productivo en plantas para generar producto de valor agregado para los mercados de exportación.

Una vez transitadas las fases iniciales, “las mismas deben permitir una escalabilidad, que faciliten alcanzar volúmenes significativos y desarrollos que lleven a una industrialización”, explicaron. El destino de la producción estará orientada a la exportación a principales mercados del mundo (Japón, Estados Unidos, China y Europa) y al mercado interno para sustitución de importaciones de Chile.