
El bautismo del Querandí
Antares Naviera presentó la embarcación que "rompió con el paradigma de la empresa" porque, después de muchos años, construyó en un astillero argentino
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"Esta embarcación es prueba fehaciente de que es posible realizar remolcadores de altísima calidad en astilleros argentinos y que no es necesario importarlos."
De espaldas al remolcador Querandí, el viernes al mediodía, Martín Brau, ponía en marcha la ceremonia de bautismo de la embarcación construida en el país por Astilleros SPI, que con el aporte tecnológico de Damen, "las Ferraris de los remolcadores de puerto, logró construir esta nueva nave", destacó el CEO de Antares Naviera.
Antes, la Banda de la Prefectura Naval, dirigida por la oficial principal Carolina Ramundo había interpretado el Himno nacional.
El Yacht Club de Puerto Madero estaba repleto: la madrina del remolcador, Nancy Rivadero; autoridades de Ultratug (Grupo Ultramar); el capitán del Querandí, Alejandro Paredes, sus oficiales y la tripulación; la presidenta de Astilleros SPI, Sandra Cipolla; el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador; Luis Green, secretario de Fronteras del Ministerio de Seguridad de la Nación; y una numerosa cantidad de invitados participaron de la tradicional ceremonia que concluyó con la botella de champagne rompiéndose sobre el casco.
Brau marcó con énfasis que el barco no es uno más de la flota, sino que es distinto porque rompió con los paradigmas de la empresa. "En un contexto político-económico complejo, como era la Argentina de fines de 2014, este proyecto de construcción partió con el desafío de animarnos a construir un remolcador en un astillero argentino después de muchos años", explicó.
Algunos de los invitados recordaban que las dificultades para ingresar importaciones (como la tecnología con la que está equipada la nave) hicieron que el plazo de entrega inicialmente acordado en 18 meses, se prolongara.
Respecto de la elección del nombre, Brau contó que optaron por los querandíes, una de las tribus que habitaban nuestras tierras en las costas de los ríos Paraná y de la Plata, que son las aguas que el remolcador surcará durante sus futuras tareas.
"Estos indios eran robustos, fuertes y ágiles, todas características que buscamos para este remolcador", contó antes de mencionar que la premisa fue construir una embarcación que pudiera satisfacer las necesidades de los clientes, priorizando la seguridad de la operación y cumpliendo los más altos estándares internacionales.
Características
El remolcador tiene 28 metros de eslora, más de 5000 caballos de fuerza y logra más de 60 toneladas de tiro. Según dijeron, su propulsión azimutal lo vuelve extremadamente maniobrable y apto para trabajar con grandes buques en espacios estrechos (puede girar 360° sobre su eje).
Además, su diseño incorporó cambios en la distribución de estanques para mejorar la estabilidad y seguridad, y se rediseñaron las acomodaciones generando mayor espacio y mejores comodidades.
Por tratarse del "primer remolcador construido en la Argentina pensado y diseñado para operar terminales de LNG, a la potencia de tiro necesaria para mover a los grandes barcos se le adicionó capacidad para luchar contra el fuego", dijo Brau.
Durante una recorrida por la embarcación, el capitán Paredes explicó a los invitados que dos monitores ubicados sobre el casillaje del remolcador tienen la capacidad de lanzar 1200 m3/hora de agua cada uno, para combatir cualquier potencial incendio, lo que permite colaborar con los esfuerzos que se esté realizando desde la costa. "Se trata de un requerimiento standard en las operaciones de LNG a nivel internacional y fue incorporada a este remolcador", acotó el CEO de Antares.
"Esperemos que se den las condiciones de mercado para que podamos seguir construyendo remolcadores en el país, generando un círculo virtuoso y así poder contribuir al desarrollo de nuestra empresa, de la industria naval, de la comunidad y del gran país en el que vivimos", concluyó Brau.
Reflotar el sector
“El Gobierno tiene toda la disposición para reflotar a la industria naval. Hay mucho por hacer, empezamos en menos 10. Tenemos astilleros como Río Santiago y Tandanor que se pueden reflotar, pero hoy Río Santiago, por caso, tiene 5000 operarios y saca un buque muy de vez en cuando”, dice Luis Green, secretario de Fronteras del Ministerio de Seguridad, que participó de la ceremonia de bautismo del remolcador Querandí. Green dice que “deberían producirse barcos en serie. La industria naval argentina es de las más antiguas del continente, tenemos muchísima experiencia, pero hoy no tenemos ni bandera argentina en los buques. Hay 100 millones de toneladas de granos que se exportan y ni una sale en un buque de bandera argentina. Los ríos están surcados por la bandera paraguaya que tiene una relación de 3 a 1 respecto de la bandera argentina. Eso el presidente Macri y el ministro (de Transporte) Dietrich lo van a revertir porque es interés de este gobierno empezar a producir industria nacional con calidad”





