Google vs. Huawei: se erige la Cortina de Hierro digital
La decisión del gobierno de Estados Unidos que complica la cooperación entre los dos gigantes podría impactar en millones de usuarios
China ha pasado casi dos décadas construyendo un muro digital entre sí y el resto del mundo, una barrera de una vía diseñada para mantener afuera compañías extranjeras como Facebook y Google, mientras se permite que rivales chinas salgan del país y se expandan en todo el mundo. Ahora, el presidente Donald Trump está sellando el muro desde el otro lado.
Desde el lunes, Google comenzó a limitar los servicios de software que provee a Huawei, el gigante de las telecomunicaciones, luego de una orden de la Casa Blanca que restringió el acceso de la compañía china a la tecnología estadounidense. El software de Google es lo que hace funcionar los celulares de Huawei, y sus apps vienen precargadas en los dispositivos que Huawei vende en todo el mundo. Según cómo se implemente la orden de la Casa Blanca, eso podría terminarse.
Para Huawei, el efecto importante será en el extranjero, dado que los clientes chinos ya tienen acceso limitado a los servicios de Google. La medida tendrá su mayor efecto en lugares como Europa, donde ha emergido como gran vendedor de celulares. Otras compañías inevitablemente la seguirán. En efecto, esta jugada pone presión sobre los sueños de expansión internacional de Huawei.
Si China y Estados Unidos han comenzado una guerra fría tecnológica, entonces el orden de Huawei puede considerarse el comienzo de una Cortina de Hierro digital. En esta visión potencial del futuro de la tecnología, China seguirá dejando afuera a gran parte del mundo. De acuerdo con este pensamiento, EE.UU. y muchos otros países, a su vez, bloquearán la tecnología china.
La postura más dura de Estados Unidos está clausurando muchas de las maneras en que Estados Unidos y China intercambiaban ideas y hacían negocios, pese al estricto régimen de censura chino. Esa puerta cerrada podría tener efectos profundos no solo sobre el negocio de la tecnología, sino también en cómo el mundo usará y entenderá los dispositivos y servicios del futuro.
La censura y el fuerte control de la vida digital de sus ciudadanos por China ya han aislado a un quinto de la población usuaria de internet del mundo y dieron a luz una generación que no sabe lo que significa "googlear" algo o suscribirse a un canal de YouTube. La nueva postura agresiva de los Estados Unidos no hará más que acelerar ese proceso, abriendo una ventana potencial al día en que el pueblo chino solo pueda usar teléfonos y dispositivos chinos con chips y software de producción local. Todo esto que está sucediendo a una velocidad que ha impactado a muchos en China.
"La jugada de la administración Trump es mucho más abarcativa de lo que muchos chinos esperaban", dijo Nicole Peng, una analista de la firma de investigaciones de tecnología Canalys. "También fue mucho más rápido de lo que esperaban. Mucha gente recién se da cuenta de que es real", añadió.
Lejos está de resultar claro si la jugada de la administración Trump realmente aislará a Huawei del resto del mundo. La Casa Blanca ha tenido dificultades para persuadir a otros países de que dejen de comprar el equipo de telecomunicaciones de Huawei, citando preocupaciones respecto de potencial espionaje (Huawei niega que espíe para el gobierno chino).
Huawei ya ha desarrollado sus propios chips y otras capacidades y ha dicho que ha acumulado equipo para el momento en que perderá acceso al know how y el equipo de Estados Unidos.
El ataque a Huawei se da además con el telón de fondo de una guerra comercial que se agrava, lo que lo convierte en una pieza en un tablero de juego más grande. Al igual que sucedió el año pasado, cuando la Casa Blanca ralentizó una orden similar que afectó a la rival de Huawei, ZTE, Estados Unidos podría aminorar su presión sobre Huawei para aflojar las tensiones entre Washington y Pekín.
China tiene manera de responder. El lunes los medios estatales chinos informaron que Xi Jinping, máximo líder chino, visitó un sitio que extrae y procesa tierras raras, que son minerales esenciales para una cantidad de fabricantes de tecnologías con bajo contenido de carbono. Su visita es un recordatorio para nada sutil de que China tiene una presencia dominante en las tierras raras y podría cortar la provisión global, cosa que ha hecho con anterioridad.
La Cortina de Hierro digital se viene construyendo desde hace mucho. Desde sus primeros tratos con internet, el gobierno chino ha suprimido contenido que no le gustaba. Hoy, la internet china a primera vista no se ve demasiado parecida a la que usa el resto del mundo. Tiene diferentes plataformas, ideales y estrategias de negocios, todo cuidadosamente controlado por sensores.
Pero el muro era mayormente de un solo lado. Se utilizan chips y software de Estados Unidos en los servidores y grandes computadoras chinos. China ha aportado mucho a los ingresos de Apple, Oracle, Intel, Qualcomm y otros grandes nombres de la tecnología. Mucho de esto fue por necesidad, dado que China no podía hacer todas estas cosas por sí misma, pero aun así les dio a las compañías de EE.UU. un rol en la dirección del futuro digital chino.
Muchos de los fundadores de las compañías de tecnología chinas más exitosas fueron educados en Estados Unidos. Inversores estadounidenses los ayudaron a establecerse y algunas de estas compañías chinas a su vez invirtieron en compañías de EE.UU. Académicos de ambos países regularmente se unían e intercambiaban notas.
Ahora, Estados Unidos, preocupado por asegurarse la propiedad intelectual, está trabajando para bloquear algunos de esos canales. Ha ajustado los límites a las inversiones chinas en compañías estadounidenses. Algunos estudiantes chinos especializados en ciencias y tecnología han tenido problemas para conseguir visas de ingreso a Estados Unidos. Algunos estudiosos chinos han visto revocadas sus visas por temor al espionaje.
La decisión del Departamento de Comercio impediría a Huawei comprar partes y tecnología estadounidense sin aprobación del gobierno de Estados Unidos. La compañía ha dicho que proveedores estadounidenses reciben un quinto de sus gastos de compras.
Pero en la expansión internacional, compañías como Google dan a Huawei una plataforma común para clientes fuera de China. Sus teléfonos vienen con Google Play, tienda de apps y medios, así como con apps populares, como Gmail y YouTube. Su licencia para usar Android le da a Huawei acceso a actualizaciones de seguridad y nuevos recursos.
Sin la cooperación de Google, Huawei tendría que producir su propia versión de Android o usar su propio sistema operativo de producción local. Muchos clientes en lugares como Europa preferirían no tener que vérselas con esa complicación. China ha estado tratando de crear sus propios sistemas operativos en las últimas tres décadas, pero no ha tenido demasiado éxito.
En China, mucha gente ve la jugada de EE.UU. como una maniobra evidente para detener el ascenso de un competidor chino. Estados Unidos no puede superar la innovación y el impulso de Huawei, de acuerdo con este pensamiento, por lo que usará el poder del gobierno para contener a un rival chino.
Otros en China señalan las barreras del país contra los competidores como una estrategia que tarde o temprano iba a provocar una reacción similar en otros. En algún punto Estados Unidos iba a usar la reciprocidad en el trato con un mercado de internet chino cerrado.
Otro mensaje de blog popular dice las cosas con aun mayor claridad. "Han estado oponiéndose a Estados Unidos por muchos años", dice la primera línea. "Debieron haber estado preparados desde hace mucho para que Estados Unidos se opusiera a ustedes un día", cierra.
The New York Times