Mejores condiciones para acceder a la financiación del IVA
Por medio del decreto 1188/01 publicado recientemente, se dio por finalizada una diferencia de opinión entre distintos organismos oficiales, cuya problemática dimos cuenta oportunamente en este suplemento.
La cuestión radicaba en interpretar si el régimen de financiamiento del IVA, proveniente de la compra o importación de bienes de capital nuevos con destino a un proceso productivo destinado a la exportación -instituido por la ley 24.402-, era una herramienta de política activa tendiente a brindar un financiamiento promocional a empresas exportadoras que incorporasen alguna mejora tecnológica, o simplemente si se trataba de un instrumento de tipo impositivo.
En la actualidad, numerosas empresas solicitaron acogerse al régimen, cuyo plazo máximo de financiamiento original, de dos años, fuera extendido a cuatro, y luego a seis años, pero al momento de solicitar a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la correspondiente certificación, ésta les era retaceada con el argumento de que el IVA en cuestión ya había sido recuperado por la empresa beneficiaria por medio del régimen de devolución del IVA a los exportadores, con lo cual se desvirtuaba, en la práctica, el régimen de financiamiento.
Felizmente, en un contexto recesivo, y de difícil acceso al crédito, el Poder Ejecutivo zanjó una dilatada diferencia de interpretación entre la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación, que es la autoridad de aplicación del régimen, y la AFIP, qué sólo posee atribuciones de control, en beneficio de las empresas exportadoras.
El decreto 1188 estipula que se podrá acceder a los beneficios del régimen de financiamiento del IVA "con independencia de la utilización que pudieron haberles dado a los créditos fiscales originados en las aludidas operaciones (de compra o importación de bienes de capital nuevos", con lo cual se da por terminada una cuestión interpretativa planteada en 1998.
Beneficios
El citado decreto impulsará a las compañías a solicitar el beneficio, con el mejoramiento de las tasas de retorno de numerosos proyectos exportadores. Estas políticas son las que necesita el país para levantar cabeza.