Revisión global del cabotaje
Varios países van cambiando su rígido sistema de cabotaje nacional por uno más amplio y abarcativo para favorecer el comercio exterior y la mano de obra local.
Canadá está en esa línea, y favorece su sistema de cabotaje con incentivos financieros a propietarios y armadores que deseen participar en el área.
Brasil, en tanto, está revirtiendo su disminución de bandera en el cabotaje, reteniendo su exclusividad de bandera en el servicio pero permitiendo que empresas extranjeras se asocien con líneas brasileñas para fortalecer la industria.
Australia analiza la necesidad de actualizar su sistema de cabotaje manteniendo su privilegio de bandera, pero proponiendo que en el futuro empresas extranjeras puedan participar asociadas a empresas navieras australianas.
Probablemente haya otros países en la misma línea de hacer crecer sus líneas de cabotaje y, por qué no, sus líneas marítimas de servicio internacional.
Nuestra intención no es volver al pasado equivocado que tuvimos. Pero así como Canadá trata de incentivar su servicio de cabotaje con medidas financieras, Brasil permitiendo asociaciones con empresas extranjeras y otros países dando ventajas impositivas y financieras o proponiendo acuerdos internacionales, parecería conveniente que ante las dificultades de nuestro transporte fluvial para transportar cargas de exportación entre puertos argentinos, deberíamos analizar la conveniencia solucionar el tema para beneficiar la mano de obra argentina, solucionar nuestras propias dificultades y favorecer la economía del país.
Juan Carlos Mondello