¿Cómo “votarán” los mercados el 14 de agosto?

Tomamos decisiones sobre la base de lo que creemos que va a pasar y las modificamos cuando aparece algún hecho diferente de aquel que pensamos que iba a ocurrir. Apliquemos este elemental esquema a lo que cabe esperar que ocurra el lunes próximo cuando se conozcan los resultados de las PASO que se celebrarán el domingo que viene.

Hoy lo más probable es que la suma de los votos obtenidos por Bullrich-Rodríguez Larreta, aventaje por “X” puntos porcentuales, a la suma de los obtenidos por Massa-Grabois; con un Milei en tercer pero importante lugar. Me reservo el calificativo de los otros 22 candidatos a presidente de la Nación, que recibirán fortunas de pesos para imprimir boletas electorales.

Pero si esto es así, cabe esperar que el próximo gobierno sea mejor que el actual; y si estas expectativas se confirman, ¿por qué el lunes próximo saldríamos a vender títulos y acciones, y comprar dólares?

Por el “cuco” que plantea el recuerdo de 2019. Pero entonces ocurrió lo contrario, dado que el sorpresivo triunfo masivo de Fernández sobre Macri hizo pensar que el próximo gobierno sería peor que el que existía; y dicho sea de paso, no nos equivocamos.

Por todo esto, pensar que 2023 será la copia de 2019 es no pensar.

Claro que, fuera del improbable triunfo del oficialismo, alguien puede conjeturar que el triunfo de algunos de los candidatos de Juntos por el Cambio puede llevar –por venganza– al presidente de la Nación a nombrar medio millón de nuevos empleados a la planta permanente del Estado, o a su ministro de economía, a no devolver los depósitos, a pesar de contar con los dólares necesarios. Para la toma de decisiones, esto es irrelevante; porque hay que decidir sobre la base de lo probable, no a lo meramente posible.

Por supuesto que si alguien, desencajado, me pregunta qué puede pasar con los depósitos, le diré que decida sobre la base de sus instintos, porque está buscando un cómplice, no un asesor.

Es más, si el domingo ocurre lo que hoy parece más probable, no se puede descartar que la cotización del dólar blue que tuvo al comienzo de esta semana termine siendo una exageración, resultado del típico overshooting (sobreajuste) de algunas variables, frente a cambios ocurridos en las expectativas.

A la luz de todo esto, la semana que viene puedo pasar a la categoría de supergurú o de hazmerreir. No me preocupa; lo importante son las PASO, con vistas al período 2023-2027.